ANKARA.- La decisión tomada el martes por Estados Unidos de armar a las milicias kurdas YPG en Siria para luchar contra el grupo Estado Islámico (EI) es "inaceptable", declaró este miércoles el vice primer ministro turco Nurettin Canikli.
"Suministrar armas al YPG es inaceptable", declaró Canikli a la cadena A Haber, según el diario Hürriyet. "Una política semejante no beneficiará a nadie".
Turquía cataloga a las Unidades de Protección Popular (YPG) de ser el brazo sirio de los separatistas kurdos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), considerado una organización "terrorista" por Ankara y sus aliados occidentales.
"Esperamos que la administración estadounidense ponga fin a este error, que renuncie", agregó Canikli.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, autorizó al Pentágono a "equipar" a las milicias kurdas "tanto como sea necesario para lograr una clara victoria contra el grupo Estado Islámico" en Raqqa, la capital de facto de los yihadistas, declaró el martes el portavoz del Pentágono Jeff Davis.
Por su parte, las coalición kurdoárabe que lucha contra el Estado Islámico celebró la decisión de Estados Unidos. Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), cuyo principal componente es el YPG kurdo, lanzaron en noviembre una ofensiva contra Raqqa con el apoyo aéreo y logístico de EE.UU., y desde entonces han retomado el control de extensas zonas.
"La decisión estadounidense de armar a las YPG (...) es importante y va a acelerar la derrota del terrorismo", dijo Talal Sello, portavoz de las FDS.
Sello consideró que el anuncio "oficial de este apoyo es el resultado de la gran eficacia de las YPG y el conjunto de las FDS en los combates contra el terrorismo" en Siria, donde desde su creación en 2015 esta alianza kurdoárabe expulsó al EI de varios de sus feudos.
"Desde su investidura, la administración de Donald Trump aumentó su respaldo a nuestras fuerzas", precisó Sello.
Ankara teme que los grupos kurdos extiendan sus territorios en el norte de Siria, en la frontera con Turquía.
Estados Unidos anunció que proveería armas a las YPG una semana antes de que el jefe de Estado turco, Recep Tayyip Erdogan, visite Washington, donde se reunirá con Donald Trump.
Este tema ha deteriorado desde hace varios meses las relaciones entre Estados Unidos y Turquía, dos miembros importantes de la OTAN y de la coalición internacional que combate a los yihadistas.
Con la llegada de Trump a la Casa Blanca, Turquía esperaba un cambio de postura de Washington respecto a las milicias kurdas, que la administración del ex Presidente Barack Obama decidió apoyar para frenar la expansión de los yihadistas.