SEÚL.- El Presidente surcoreano, Moon Jae-in, y su homólogo chino, Xi Jinping, acordaron hoy por teléfono mejorar lazos entre ambos países y cooperar de cara a lograr la desnuclearización de Corea del Norte, según informó la Oficina Presidencial de Seúl.
Xi telefoneó a Moon para felicitarle por su victoria electoral del martes, en lo que supone la primera vez que un dirigente chino llama para dar la enhorabuena a un Presidente surcoreano recién elegido.
"Ambos intercambiaron opiniones sobre cómo mejorar el rumbo de las relaciones entre Corea del Sur y China y sobre una amplia gama de temas relacionados con la península Coreana", explicó en rueda de prensa el nuevo portavoz de presidencia, Yoon Young-chan.
El intercambio telefónico duró unos 40 minutos y durante el mismo ambos se mostraron de acuerdo en que "la desnuclearización de la península coreana es un objetivo conjunto de los dos países", indicó Yoon.
Durante la conversación Moon pidió a Xi poner "especial atención" en la aplicación de sanciones y restricciones sobre personas y empresas norcoreanas aprobadas como castigo por las pruebas nucleares y de misiles de Pyongyang, dijo el portavoz.
"El Presidente Moon dijo que esperaba reunirse con el Presidente Xi en un futuro próximo, y Xi invitó a Moon a Pekín en una visita oficial", añadió.
La conversación se produce en un momento marcado por el incremento de tensión en torno a la península debido a las pruebas de armas norcoreanas y a la retórica endurecida de Washington, que ha instado a Pekín, único aliado de peso del régimen de los Kim, a presionar a Pyongyang para que se desnuclearice.
La llegada de Moon al poder también coincide con un empeoramiento de las relaciones entre Seúl y Pekín debido a la instalación en suelo surcoreano del escudo antimisiles estadounidense THAAD.
China considera que el sistema, pensado para derribar misiles norcoreanos, puede servir para espiar sus bases y en los últimos meses ha activado un boicot encubierto contra intereses surcoreanos como represalia.
Moon juró el cargo ayer mismo tras imponerse el martes en las presidenciales surcoreanas, unos comicios que tuvieron que ser adelantados debido a la destitución de la ex Presidenta Park Geun-hye por un caso de corrupción.