SINCAN.- El juicio a más de 200 presuntos instigadores al golpe fallido del pasado 15 de julio comenzó el lunes en Ankara, teniendo como principal sospechoso al predicador islamista instalado en Estados Unidos Fethullah Gülen.
Entre las 221 personas que comparecen, 26 son generales y 12 civiles. Un total de 200 está en detención provisoria, 9 en libertad bajo control judicial y 12 en fuga, precisó la agencia gubernamental Anadolu.
Están acusados, entre otros cargos, de "violación de la Constitución", "homicidio de 250 personas" y "pertenencia y dirección de una organización terrorista".
El juicio se lleva a cabo en la prisión de Sincan, cerca de Ankara, donde se construyó especialmente una inmensa sala de audiencias para este masivo juicio por el golpe fallido.
En los alrededores del tribunal numerosos policías fueron desplegados, así como algunos vehículos blindados, un dron y francotiradores.
A su llegada al tribunal, escoltados por las fuerzas de seguridad, los acusados fueron abucheados por decenas de manifestantes que agitaban eslóganes reclamando la pena de muerte.
El ex jefe de la Fuerza Aérea, Akin Ozturk, y el ex general Mehmet Disli, hermano de un diputado del AKP, el partido en el poder, así como el coronel Ali Yazici, ex edecán del Presidente Recep Tayyip Erdogan, son los acusados que más captan la atención en la audiencia del lunes.
El intento de golpe de Estado de mediados de julio dejó casi 250 muertos, sin contar los golpistas, y miles de heridos.
Ankara acusa al predicador Fethullah Gülen de ser el instigador del golpe, y pide a Washington su extradición. El ex aliado del Presidente turco desmiente estar implicado el golpe.
Según el acta de acusación, más de 8.000 militares participaron en el intento golpista. Utilizaron 35 aviones de guerra, 37 helicópteros, 74 tanques, 246 vehículos blindados y casi 4.000 armas ligeras, informó Anadolu.
Este proceso judicial, amparada por el estado de emergencia instaurado tras el golpe, no tiene precedentes en Turquía. Más de 47.000 personas fueron detenidas en las purgas desde el 15 de julio.
Más allá de los presuntos golpistas, las purgas tienen en la mira a los sectores prokurdos y la prensa, lo que lleva a las ONG a acusar al poder de aprovechar el estado de emergencia para acallar las voces críticas.