BRUSELAS.- La Unión Europea quiere estar lista para poder negociar el divorcio con Reino Unido desde este mismo lunes, cuando tiene previsto otorgar el mandato negociador en nombre de los 27 a Michel Barnier y aprobar definitivamente sus primeras directrices de negociación.
"Estamos aquí para dar inicio a las negociaciones del Brexit, cuando el Reino Unido esté dispuesto después de sus elecciones y mostrar el apoyo unánime" de los 27 a Barnier, dijo el canciller español, Alfonso Dastis, a su llegada a una reunión del Consejo de la UE en Bruselas.
El inicio formal de las negociaciones tendrá de hecho que esperar. En una reunión de la Comisión Europea a principios de mayo, Barnier ya indicó que estas podrían comenzar "no antes de mediados de junio", es decir tras las elecciones británicas anticipadas del día 8.
La primera ministra británica, Theresa May, convocó estos comicios con el objetivo de reforzarse de cara al Brexit y la salida de Reino Unido se ha convertido en el tema central de la campaña, con acusaciones a la UE de injerencia y promesas de reducir la inmigración en su país.
"Cuando nos vayamos de la UE, tendremos la capacidad de imponer reglas en el sistema de inmigración que no habíamos podido establecer", aseguró el jueves May, quien propuso un encarecimiento de los costes de contratación de extranjeros y que éstos paguen más por recibir atención médica, entre otras medidas.
Estas propuestas no auguran unas negociaciones fáciles a ambos lados del canal de la Mancha, máxime cuando los 27 han hecho de garantizar los derechos de los ciudadanos europeos residiendo en Reino Unido y de los británicos en el bloque una de sus prioridades en el proceso de divorcio.
A principios de mayo, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ya había advertido contra complicar unas negociaciones ya "bastante difíciles". "Si empezamos a discutir antes de que empiecen, se volverán imposibles", declaró.
Mandato a Barnier
Para acabar de ultimar sus preparativos, la UE tiene previsto dar el mandato para liderar el proceso en nombre de los 27 al negociador de la Comisión Europea Michel Barnier, ex comisario europeo de Mercado Interior y Servicios Financieros (2010-2014) que durante su ejercicio se convirtió en la "pesadilla" de la City.
Los ministros de Asuntos Europeos deben aprobar también las directrices de negociación, en base a las orientaciones políticas aprobadas por los mandatarios europeos el 29 de abril, en la que establecen también como prioridades la factura a pagar por Londres y la frontera en la isla de Irlanda, junto a los derechos.
Según una alta responsable europea, las negociaciones preparatorias en el bloque "fueron muy bien" y "la unidad de los 27 se mantiene". "Esperamos un procedimiento [de aprobación] bastante rápido", añadió.
Sin embargo, las delegaciones de los países europeos estuvieron divididas entre aquellas que querían entrar más en los detalles y las que abogaban por formulaciones más generales, precisó una fuente europea, para quien la Comisión quería asegurarse "márgenes de maniobra" en la discusión.
Metodología clara
El punto "sin duda más difícil de la negociación" será la factura, que necesita en ese sentido una "metodología clara" de cálculo, dijo Barnier a principios de mes a los comisarios, según las minutas de la Comisión. Fuentes europeas estiman que el monto podría ascender a unos 60.000 millones de euros.
En base al principio europeo de una salida "ordenada", los 27 se niegan a comenzar a discutir ya el futuro marco de las relaciones con Reino Unido como pide Londres, que podría incluir un acuerdo comercial, si no se registran avances en sus tres prioridades en el proceso de divorcio.
Tras la reunión de este lunes, los europeos ponen la pelota en el campo británico. "Corresponderá a ellos decirnos cuando están listos", apuntó la semana pasada una fuente diplomática en Bruselas. La salida de Reino Unido, previsiblemente en marzo de 2019, será la primera de un país en 60 años de proyecto europeo.