SANTIAGO.- Tras los bombardeos de Estados Unidos, Francia y Reino Unido la noche de este viernes contra objetivos militares en Siria en represalia un presunto ataque químico en Duma, el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de EE.UU, general Joseph Dunford, informó en el Pentágono que el ataque de las fuerzas aliadas sobre Siria tuvo tres objetivos.
Uno de los blancos fue un laboratorio científico en la capital siria, en Damasco, el cual -según la versión de Washington- estaría ligado a la producción de armas químicas y biológicas como las que se usaron el sábado pasado en Duma, contra la población civil y rebeldes.
Otro fue un presunto depósito de equipamiento para armas químicas e importante puesto de comando de las fuerzas del régimen de Bashar Al-Assad, cerca de Homs, la tercera ciudad más importante del país.
También se atacó otro depósito de armas químicas al oeste de Homs, a 140 kilómetros al norte de Damasco.
Por su parte, el secretario de Defensa del país norteamericano, James Mattis, afirmó que los ataques lanzados contra esas instalaciones fueron "específicamente diseñados para dañar la capacidad siria para crear y almacenar armas químicas" de una manera "más dura" y "con el doble de misiles" que en el ataque de abril de 2017 contra la base de Shayrat. También informó que se intentaron "minimizar los daños colaterales y la víctimas civiles".
Asimismo, el propio Mattis agregó que fue un ataque "puntual" y que, por ahora, no hay más ofensivas planificadas.
