La dirección del partido de ultra derecha de España, Vox, formalizó este martes su ruptura con el Partido Popular (PP, centro derecha) y Ciudadanos (Cs, liberales) en los municipios, anunciando que renuncia a los cargos en gobiernos locales que había negociado y que se pasará a la oposición.
En cuanto a las regiones autonómicas, especialmente en la Comunidad de Madrid y Murcia, cuyos gobiernos locales aún dependen de sus votos, todo estará condicionado al resultado de las conversaciones. Sin embargo, Vox ya adelantó que su prioridad será hacer valer su programa electoral.
Así lo resumió en el Congreso el portavoz parlamentario de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, encargado de dar a conocer los acuerdos adoptados por el Comité Ejecutivo Nacional del partido. Según sostuvo, la decisión de la colectividad responde a lo que consideran un "incumplimiento", por parte del PP y de Cs, de los acuerdos alcanzados de cara a la elección de alcaldes.
Acuerdo secreto
Precisamente, en su declaración, los líderes de Vox dieron a conocer el acuerdo que había firmado con el PP para dicha elección, y que hasta ahora se mantenía secreto. En el texto, firmado por los secretarios generales del PP, Teodoro García Egea, y de Vox, Javier Ortega Smith, se indica que el partido ultraderechista apoyará a los candidatos del PP y Cs en los municipios donde se pudiera sacar a los partidos de izquierda de las alcaldías.
A cambio, en el plazo máximo de 20 días,
"se nombrará a las personas indicadas por Vox en cada ayuntamiento en distintas concejalías de gobierno y responsabilidades directivas en entes municipales, que en número y presupuesto guardarán proporción a los resultados electorales obtenidos por Vox en cada población", consigna el documento.
Eso sí, en el tercer punto, y antes de las firmas de los secretarios generales, se deja claro que todo debe quedar en secreto: "Que las partes mantendrán discreción sobre este acuerdo", se recoge expresamente.
El detonante, según remarcaron desde Vox, es el caso del Ayuntamiento de Madrid, donde el alcalde elegido, José Luis Martínez Almeida, del PP, hizo público al día siguiente el reparto de las concejalías del gobierno municipal sólo incluyendo a Ciudadanos. Vox quedó fuera, pese a haber cumplido con su parte de entregarle el apoyo en la elección en la sesión constitutiva.
Por ello, y tras "constatar los incumplimientos del PP y de Ciudadanos", los ultranacionalistas decidieron hacer público el documento, que Espinosa de los Monteros cree "tan sencillo como unívoco, carente de interpretaciones".
A su juicio, Vox ha cumplido con sus compromisos, que era "desalojar a la izquierda de todos aquellos ayuntamientos", pero considera que PP y Ciudadanos
"no son de fiar".
"Hay un partido que sigue las consignas del Palacio del Elíseo, al que nunca llegan a satisfacer (por Ciudadanos), y otro que no tiene vergüenza en incumplir lo que firma (PP)", se ha lamentado.
De esta forma, la decisión de la dirección nacional de Vox es dar por roto el acuerdo firmado por el PP y dejar de reclamar cargos en los gobiernos municipales: "El Comité Ejecutivo renuncia a ocupar cargos de responsabilidad de ningún tipo ni entidad en todos aquellos lugares donde se haya incumplido el acuerdo", entre los que destaca la ciudad de Madrid.
Por tanto, Vox pasó a ser parte de la oposición en los municipios donde no se cumplió ese acuerdo, ya que, según dijo Espinosa de los Monteros, no tienen necesidad de "colocar a cientos de afines" como otros partidos.
"Nuestros concejales ejercerán la labor de controlar y fiscalizar a los gobiernos, que estarán en minoría y a los que deseamos la mejor suerte", sentenció.
