Los medios y analistas de todo el mundo han sido categóricos: el debate del martes entre el Presidente de Estados Unidos,
Donald Trump, y el aspirante demócrata a la Casa Blanca,
Joe Biden, fue
"el peor de toda la historia" de Estados Unidos. No lo ha dicho uno, sino varios analistas.
Las razones están a la vista: la discusión dejó a un lado el intercambio de ideas y opiniones sobre temas específicos que preocupan a la ciudadanía estadounidense -como el racismo, la violencia o el medioambiente- y dio paso a las descalificaciones, ataques e interrupciones. En pocas palabras, el evento celebrado anoche en Cleveland fue un absoluto caos.
El hecho de ver, por un lado, a Trump interrumpiendo toda vez que podía a su adversario e incluso al moderador
Chris Wallace, y por el otro, a un Biden que perdió los estribos, ordenó al Mandatario que se callara y
lo trató incluso de "payaso", no gustó para nada a aquellos que, si bien sabían que el debate sería áspero, esperaban algo más a la altura del líder de la Casa Blanca y el candidato opositor.
Fue tanto el bochorno que incluso la Comisión organizadora de los debates anunció una modificación en el formato de los próximos dos encuentros, los días 15 y 22 de octubre, para evitar sucesos como los ocurridos anoche. Se trata de una medida inusual que no se había visto en procesos electorales anteriores.
"Qué vergüenza lo que hemos visto. La falta de respeto de poder manejar un debate entre los dos candidatos que están tratando de liderar el país más poderoso del mundo y no poder hablar de la política", dijo a France24 el analista Estuardo Rodríguez, manifestando así el malestar general que provocó el debate del martes.
"El peor debate"
Son varios los medios y analistas que han calificado el encuentro de anoche como el peor de la historia. Uno de ellos fue el director de debates de la Universidad de Michigan, Aaron Kall, quien señaló a la agencia Efe que "este se considerará el peor debate presidencial de la historia, y pone en duda la viabilidad de los dos próximos debates" que quedan antes de las elecciones.
Similar opinión tuvo Jorge Schmidt Nieto, columnista de El Nuevo Día de Puerto Rico. "Este debe haber sido el peor debate presidencial de la historia. Peor que los de 2016", dijo, recordando las discusiones entre Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton.
Para explicar su opinión, Schmidt fue duro contra el Mandatario estadounidense: "El bully de Casa Blanca rehusó obedecer regla alguna, intentando controlar el ritmo, tono y contenido de la discusión. En algunos momentos lo consiguió, particularmente al principio. Sin embargo, en el transcurso de la noche, fue tornándose más agresivo y errático, provocando reprimendas del moderador, que fue excesivamente tolerante con el Presidente".
Y al parecer, hay un consenso en cuanto a que el carácter agresivo del debate, que fue creciendo minuto a minuto, fue determinante para catalogar este evento como el peor de la historia. Según publicó Forbes, el tono del debate estuvo marcado como negativo con un 83% contra 17% de un tono positivo en las propuestas.
"Se cumple y se rebasa el pronóstico de que habría golpes bajos. En el balance final, entre insultos, reproches, interrupciones, esta velada se convierte en el debate más caótico que se recuerda", escribe por su parte el diario La Vanguardia.
Susan Glasser, de The New Yorker, fue más dura aún: "¿Cómo es el peor debate en la historia de Estados Unidos? Se parece el debate que tuvo lugar el martes por la noche entre el Presidente Donald Trump y el ex vicepresidente Joe Biden.
Fue una broma, un desastre, un desastre. Un 'espectáculo de mierda', un 'incendio en un contenedor de basura', una humillación nacional. No importa lo malo que pensaba que sería el debate, fue peor".
En tanto, Matthew Walter, de The Week, expresó que "el primer debate presidencial del ciclo de elecciones generales de 2020 fue el espectáculo más vergonzoso de este tipo que este país haya presenciado. Mi corazón está con Chris Wallace, el periodista de Fox News normalmente capaz que se desempeñó como moderador. Utilizo esa palabra en su más simple sentido formal".
Ahora, Trump y Biden tienen el desafío de mejorar su desempeño en los debates del 15 y 22 de octubre. ¿Serán mejores o peores? No lo sabemos, lo que sí, es que el encuentro de ayer sí o sí quedará en la historia, aunque no como se esperaba.
