La planta de Pfizer en Puurs.
EFE
Las esperanzas de Chile, la Unión Europea y otros lugares del mundo están puestas actualmente en
Puurs. Esta localidad belga de 26.000 habitantes se ha ganado la atención de un gran número de personas por albergar uno de
los dos centros de producción de la vacuna contra el covid-19 desarrollada por la compañía estadounidense
Pfizer y el laboratorio alemán
BioNTech. Es desde aquí que salieron las primeras 10.000 dosis del fármaco que llegarán la mañana de este jueves a Santiago.
Fue de Puurs que salieron también las dosis para Reino Unido, México y los países de la Unión Europea. Así, de un momento a otro, este pequeño lugar se transformó en un sitio importante y muy valioso en la lucha contra la pandemia de coronavirus, reflejo también de la importancia de Bélgica en la industria farmacéutica, siendo uno de los mayores exportadores de fármacos en Europa junto con Alemania e Irlanda.
Situado en la provincia de
Amberes, a 30 kilómetros de la capital Bruselas, Puurs es un municipio de tradición agrícola y habla neerlandesa que acoge a varias empresas farmacéuticas, entre ellas la norteamericana
Pfizer, cuya planta tiene capacidad para producir 400 millones de dosis de vacunas al año.
A pesar del notable peso de la industria farmacéutica en esta región de Flandes, que da empleo a 5.000 trabajadores, Puurs es famoso por elaborar, desde 1871, una cerveza de alto contenido alcohólico (8,5%) que responde al nombre de "Duvel", diablo en neerlandés.
El acceso directo al aeropuerto de Zaventem y al puerto de Amberes permite a Puurs exportar productos rápidamente por aire o mar a nivel mundial, lo que le convierte en un pueblo privilegiado.
Es, precisamente, por su
"situación geográfica y la calidad del personal", remarca a agencia Efe el alcalde
Koen van Der Heuvel, que la empresa norteamericana se decantó por este pueblo para fabricar el esperado medicamento contra el virus.
"Estoy orgulloso de que Pfizer decida fabricar aquí su vacuna. Los vecinos de Puurs también lo están. Y en un periodo tan duro para nosotros, nos ayuda mucho saber que estamos haciendo un producto que será clave para el futuro", remarcó, en conversación con El País.
Relación de años
Van Der Heuvel recibió la noticia hace unos meses: el pueblo que administra desde hace 24 años era el elegido desde la sede de Pfizer en Nueva York para tratar de ganar la batalla al covid, junto al sitio gigante de fabricación de vacunas que la farmacéutica posee en la ciudad estadounidense de Kalamazoo en Michigan.
Desde que la farmacéutica anunció la efectividad del 90% de su vacuna, muchos habitantes del pueblo le preguntan si podrán vacunarse antes que el resto del mundo, un deseo "imposible" de cumplir para el político, sobre todo considerando los estrictos protocolos de autorización del fármaco, algo que, claramente, está por sobre sus facultades.
La relación entre la farmacéutica y Puurs tiene su tiempo: "Pfizer ha invertido enormemente en los últimos diez años, se han duplicado el número de empleados, hasta 3.000", cuenta Van Der Heuvel.
"Si los americanos piden algo a Puurs, saben que lo tendrán", insiste el político del partido de centroderecha CD&V.
Van Der Heuvel permitió a la farmacéutica construir un parking y dos turbinas eólicas a pesar de "no ser bienvenidas" por algunos vecinos porque es importante "invertir" en el crecimiento de Pfizer en el pueblo, considera.
El político belga confía en el "esperanzador" resultado de la vacuna porque su producción y distribución "está controlada" antes de llegar al mercado.