El caso fue revelado por el fiscal federal de Distrito Este de Nueva York, Breon Peace, quien informó que hay dos personas arrestadas.
EFE
La Fiscalía de Estados Unidos denunció la existencia de una comisaría ilegal de policía en el barrio chino de Manhattan, en Nueva York, que trabajaba bajo órdenes de la Policía Nacional China para hacer seguimiento y acosar a residentes en ese país críticos con las autoridades de Beijing.
"En el corazón del bullicioso barrio chino, en el Bajo Manhattan, se escondía un oscuro secreto hasta hace varios meses: un piso entero de un edificio tenía alojada y no declarada una estación de policía de la Policía Nacional China", dijo el fiscal federal de Distrito Este de Nueva York, Breon Peace, en una rueda de prensa.
La fiscalía anunció la detención de dos personas por este caso. Se trata de Lu Jianwang, de 61 años, y Chen Jinping, de 59, ambos residentes en Nueva York y que comparecerán este lunes ante un juez federal de la ciudad.
El fiscal relató que, en al menos una ocasión, las fuerzas de seguridad chinas solicitaron a uno de los dos acusados en este caso localizar a un activista prodemocrático de ascendencia china que vivía en California.
Lu –que según los fiscales colaboraba hace años con el aparato de seguridad chino– y Chen están acusados de conspirar para actuar como agentes extranjeros y de obstrucción a la Justicia por la supuesta destrucción de pruebas de sus comunicaciones con funcionarios chinos.
El fiscal aseguró que los dos acusados admitieron haber borrado de sus teléfonos comunicaciones con funcionarios de la policía china, después de enterarse de que el FBI había abierto una investigación contra ellos.
En un segundo caso, la Fiscalía imputó a 34 agentes de la policía china que pertenecen a un grupo denominado "Proyecto Especial 912", que opera como una "granja de troles" que actúa "contra activistas por la democracia y disidentes chinos fuera de la República Popular China".
La acusación sostiene que este grupo creó miles de perfiles falsos que eran usados de manera coordinada para hostigar, desacreditar y amenazar a disidentes y activistas en todo el mundo: "Utilizan sus falsos perfiles en línea para difundir propaganda y la narrativa oficial del Gobierno chino con el objetivo de contrarrestar y coartar a los disidentes que hablan en favor de la democracia. Personas que la República Popular China percibe como amenazas para la legitimidad del Partido Comunista Chino", apuntó el fiscal.
"No podemos tolerar ni toleraremos la persecución por parte del Gobierno chino de activistas pro democracia que han buscado refugio en este país. Queremos que este procesamiento sirva de advertencia de que seguimos decididos a luchar contra cualquier intento del Partido Comunista Chino de oprimir e intimidar a nuestros residentes", subrayó el fiscal.