Las manifestaciones para exigir el fin de los bombardeos israelíes contra la población civil en el territorio palestino de Gaza movilizaron el sábado a miles de personas en Europa y Estados Unidos, así como en países de otros continentes como Irán o Senegal.
El conflicto se desencadenó tras el sangriento ataque del movimiento islamista Hamás en territorio israelí el 7 de octubre, que dejó al menos 1.400 muertos, la mayoría civiles.
Israel bombardea desde entonces la Franja de Gaza y según Hamás, que gobierna el territorio, casi 9.500 personas, entre ellas 3.900 niños, murieron en esa ofensiva.
Miles de manifestantes en Washington
Miles de personas se manifestaron en Washington para pedir un "alto el fuego" en Gaza y en rechazo a la política estadounidense de apoyo a Israel.
"Te decimos no, genocida Joe", gritaban los manifestantes, refiriéndose al presidente demócrata Joe Biden.
"Somos tan seres humanos como los ucranianos", "Biden Biden, no puedes esconderte, tú aprobaste el genocidio", proclamaban algunas pancartas.
30.000 manifestantes en Londres
Al menos 30.000 personas se manifestaron por cuarto sábado consecutivo en la céntrica plaza de Trafalgar en Londres, según la policía.
Decenas de manifestaciones tuvieron también lugar en ciudades como Bristol, Liverpool o Oxford.
Otra manifestación tendrá lugar el próximo sábado en Londres, coincidiendo con el día del Armisticio de la Primera Guerra Mundial. El primer ministro Rishi Sunak calificó la convocatoria a ese acto como "provocadora e irrespetuosa".
19.000 manifestantes en París
Al menos 19.000 personas se manifestaron en la capital francesa, en una protesta convocada por asociaciones, sindicatos y partidos, según la policía, que autorizó la marcha.
El ministro del Interior, Gérald Darmanin, había prohibido las "manifestaciones propalestinas" anteriores, al considerarlas "susceptibles de provocar desórdenes públicos".
Otras 40 manifestaciones tuvieron lugar en ciudades como Lyon (centroeste), con unos 5.000 paricipantes, yç Estrasburgo (este), según la misma fuente.
Más de 3.500 manifestantes en Berlín
En Berlín, más de 3.500 personas se congregaron en la Alexander Platz, en el centro de la capital alemana.
En algunos carteles se podía leer "Save Gaza" (Salvar a Gaza), "Stop genocide" (Detengan el genocidio) o "ceasefire" (Cese el fuego), según periodistas de la AFP.
Los participantes - muchos de los cuales llevaban la kufiya, el pañuelo de los activistas palestinos - gritaron "¡Palestina libre!".
Gritos de "Abajo Israel" en Irán
Los medios estatales iraníes reportaron centenares de manifestaciones en apoyo a los palestinos y para denunciar a Estados Unidos e Israel, coincidiendo con la conmemoración anual de la toma de rehenes de la embajada estadounidense en Teherán en 1979.
"¡Abajo Estados Unidos, abajo Israel!", gritaron los manifestantes, entre los cuales había muchos estudiantes.
Durante la protesta, se quemaron y pisotearon banderas de ambos países, según periodistas de la AFP.
Según los medios oficiales, las propias autoridades organizaron manifestaciones en 1.200 ciudades, como Mashhad (noreste), Isfahán (centro) y Chiraz (sur).
Minoría protestante en Israel
Pese a que los llamen traidores o incluso los agredan, un reducto de israelíes ha empezado a protestar estos días a pie de calle contra la guerra de Gaza. Son una minoría, pero exigen firmemente un alto el fuego, un discurso a contracorriente ante la retórica belicista ahora imperante en Israel.
"Un ojo por ojo y nos quedaremos todos ciegos", decía la pancarta escrita en hebreo de Tal Mitnick, un joven israelí de 18 años que con otras decenas de personas salió el sábado por la tarde al centro de Tel Aviv para oponerse a la ofensiva de su país sobre la Franja.
En pleno conflicto con el grupo islamista Hamás, hay pequeños colectivos contrarios al esfuerzo de guerra generalizado que piden otras vías de actuación no militares ante la Franja.
"El único camino para acabar con esto es un alto el fuego, la liberación de los rehenes y negociaciones de paz", aseguró Mitnick, mientras protestaba ante el cuartel general del Ejército israelí en Tel Aviv, un área céntrica que es punto habitual de movilizaciones los sábados por la tarde tras el Shabat (día de descanso judío).
En la zona se manifestaron este 2023 durante meses los opositores a la reforma judicial del Gobierno israelí, pero tras estallar la guerra con Gaza que hace casi un mes sacudió todo Israel, el aire de las movilizaciones cambió:
ahora se concentran ahí familiares de los rehenes que anhelan su vuelta a casa, así como grupos de indignados con el Ejecutivo de Netanyahu que denuncian su "nefasta gestión".
"A casa ahora, ahora, ahora", reivindicaron en la misma zona este sábado los parientes de los cautivos, en un evento ante el Museo de Artes de Tel Aviv que igual que las semanas previas volvió a juntar a miles de personas con banderas israelíes y carteles exigiendo la liberación de sus allegados, entre ellos niños, mujeres o ancianos.
Mientras que esta movilización fue calmada y emotiva, a pocos metros de distancia había grupos de ultraderechistas israelíes que insultaban e intimidaban a los manifestantes contra la guerra.
"El pueblo de Israel vive" o "Iros a Gaza" eran algunos cánticos que les gritaban, mientras uno de ellos arrebataba con agresividad la pancarta de congregados como Yeheli Shalick, israelí de 23 años y miembro del Partido Comunista que pedía "el fin de la guerra".
Según alegó, el discurso militarista ya presente en Israel se acentuó mucho más desde el estallido del conflicto. Ahora, expresar posturas críticas o contrarias a la ofensiva a Gaza "está casi fuera de la ley", se está convirtiendo en un tipo de disidencia, asegura.
"Queremos decir no a la vía militar", remarca Shalick, que asegura que "la derecha quiere solucionar ahora la cuestión con limpieza étnica y genocidio contra los palestinos, algo que es inmoral".
En país de ideología muy nacionalista y cada vez más inclinado a la derecha, Shalik explica que puntos de vista como el suyo son "marginales", e incluso hay miembros de su familia que le dejaron de hablar por ello. "Soy la oveja negra", reconoce.
Entre compañeros que levantan carteles reivindicando el derecho a la vida de los palestinos o denunciando la violencia de los colonos israelíes en Cisjordania ocupada, Tal Mitnick cuenta que tras acabar sus estudios secundarios hace poco renunció al servicio militar obligatorio "por la opresión que sufren los palestinos a diario".
"La población israelí va al Ejército como si fuera normal, pero nuestra sociedad está muy militarizada y debemos librarnos de ello", opina Mitnick, que podría ser encarcelado por rechazar ir a la mili.
Este extremo es muy raro en Israel, donde cada año los jóvenes que se niegan a servir en las fuerzas armadas se cuentan con los dedos de la mano. En el contexto bélico actual, cuando 360.000 reservistas fueron llamados a filas, la postura de Mitnick es aún más mal vista.
"Me llaman traidor, pero al final este es mi hogar. Estoy luchando por mi seguridad, por la de mis vecinos y la de la gente de Gaza y Cisjordania. Solo quiero seguridad para todos nosotros", concluye.