La erupción comenzó a las 22:17 horas locales.
AP
Una
erupción volcánica comenzó el lunes por la noche en la
península islandesa de Reykjanes, la cual tiñó el cielo de naranja e hizo que la agencia de defensa civil se pusiera en
alerta máxima.
La erupción parece haberse producido
a unos 4 kilómetros de la comunidad de Grindavík, dijo la Oficina Meteorológica de Islandia. Imágenes borrosas de una cámara web mostraron el momento de la erupción con un destello que iluminó el cielo a las 22:17 locales. A medida que progresaba la erupción, se podía ver
magma brotando por la cresta de una colina.
"El flujo de magma parece de
al menos 100 metros cúbicos por segundo, tal vez más. Así que esta podría considerarse una
gran erupción, por lo menos en esta zona", dijo Vidir Reynisson, director de la Agencia de Protección Civil y Manejo de Emergencias de Islandia en declaraciones a la cadena pública islandesa RUV.
En noviembre, la policía evacuó Grindavík después de que la fuerte actividad sísmica de la zona causara daños en viviendas y suscitara el temor de una erupción inminente.
La Oficina Meteorológica de Islandia dijo en un comunicado emitido a primera hora del martes que las últimas mediciones muestran que "el magma se está moviendo hacia el suroeste y la erupción podría continuar en dirección a Grindavík".
El tamaño de la erupción y la velocidad del flujo de lava es "muchas veces mayor que en erupciones anteriores en la península de Reykjanes en los últimos años", según el comunicado.
Islandia se ubica en una zona de gran actividad volcánica en el Atlántico norte y promedia una erupción cada cuatro o cinco años. La de mayores afectaciones en épocas recientes fue la erupción del volcán Eyjafjallajokull en 2010, que arrojó enormes nubes de ceniza hacia la atmósfera y obligó a cancelar vuelos en toda Europa durante días debido a los temores de que la ceniza pudiera dañar las turbinas de las aeronaves.
Los científicos señalan que es posible que una nueva erupción produzca lava, pero no una nube de cenizas.
Un helicóptero de la guardia costera intentará confirmar la ubicación exacta -y el tamaño- de la erupción. También medirá las emisiones de gases.
Grindavík, un pueblo pesquero de 3.400 habitantes, se encuentra en la península de Reykjanes, a unos 50 kilómetros al suroeste de la capital, Reikiavik, y a poca distancia del Aeropuerto Keflavik, el de mayor actividad de vuelos internacionales en el país.