SANTIAGO.- Con 4.300 kilómetros de costa, el país cuenta con 148 balnearios habilitados por la autoridad marítima para la recreación de los turistas.
Y pese a la preferencia por el atractivo de las playas de la Región de Valparaíso y las zonas lacustres del sur, los chilenos y extranjeros también han optado por el clima caluroso del norte y sus balnearios de agua templada para descansar este verano.
Sin embargo, las 38 playas de Arica, Iquique, Antofagasta, Caldera, La Serena y Coquimbo presentan un problema: los peligrosos y extremos índices de radiación ultravioleta (UV) que exhiben, señala "El Mercurio".
Así lo advierte el encargado de la red nacional de medición ultravioleta de la Corporación Nacional del Cáncer (Conac), Ernesto Gramsch, quien sostiene que entre las regiones de Arica y Coquimbo se encuentran los niveles más "peligrosos" de Rayos UV.
"En la mañana temprano no hay radiación ultravioleta, pero sube continuamente hasta las 13:00 horas. Eso es lo que se está obteniendo en La Serena; mientras más al norte, más radiación", precisa.
Agrega que en las playas de Valparaíso, Viña del Mar, Concón, Papudo y Cachagua los niveles están relativamente bajos para la época por los días nublados, pero "la radiación ultravioleta sigue siendo alta".
En el sur, en tanto, las condiciones varían según el lugar, pero con rangos levemente "más bajos" que en el norte. Eso sí, "en Puerto Montt, cuando está despejado, hay que preocuparse".
Por lo mismo, los expertos lamentan la falta de una señalética apropiada en las costas, que impide al bañista poner mayor atención al cuidado de la piel y prevenir los riesgos de la exposición al sol.
"Deberían señalar las medidas de prevención, así como quiénes son las personas más sensibles a la radiación ultravioleta, qué efectos produce y cuáles son las horas donde afecta más", precisa.
Para la dermatóloga de la Sociedad Chilena de Dermatología (Sochiderm), Tatiana Riveros, no existe ningún reglamento que obligue a los concesionarios en las playas a habilitar una señalética que advierta a los bañistas sobre los peligros de la radiación solar.
"A los concesionarios les interesa que la gente esté asoleándose para que consuman bebidas, compren quitasoles o arrienden las sillas", asegura.