Sebastián Salgado, El Mercurio
SANTIAGO.- Ante una multitud de fieles de diversas nacionalidades, el arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, realizó este domingo en la catedral de la capital la eucaristía de Domingo de Ramos con la que se da inicio a la Semana Santa.
La celebración estuvo marcada por uno de los temas más debatidos durante la semana: el proyecto de aborto en tres causales. Por ello se leyó un mensaje de la Conferencia Episcopal en la que los obispos recuerdan que "la Iglesia Católica y otras confesiones cristianas, hemos señalado respetuosa y reiteradamente, que esta decisión constituye una grave ofensa a la dignidad del ser humano y en particular una agresión contra la vida del más inocente de todos los seres: el concebido y no nacido, al que la Constitución política afirma que la ley protege".
Durante la misa, el cardenal Ezzati expresó que "vivir la realidad de ser testigos de Jesús en el mundo de hoy no es fácil. Tampoco para Él fue fácil abordar el camino de la cruz". Tras eso animó a los asistentes: "No tengamos miedo, el miedo paraliza, el miedo cierra el camino, sintamos la audacia de que Jesús está con nosotros".
El arzobispo también dedicó unas palabras a los extranjeros que se encontraban en la misa. "He visto a las personas que han llegado a nuestra ciudad de otras partes de América Latina y el mundo y a ellos también quiero darles una palabra de aliento. Los invito a mirar a Jesús en la cruz y a descubrir en sus brazos abiertos la acogida que Él ofrece a todos, especialmente cuando se sufre, cuando se está lejos de los seres queridos o cuando se debe dejar la propia patria para buscar un trabajo digno y uno no encuentra lo que deseaba", expresó.
Entre los extranjeros que participaron de la misa estaba Eli Joanna Banderas, colombiana que vive hace seis años en Chile, quien destacó las palabras de Ezzati. "Como inmigrantes tenemos que pasar por muchas dificultades, pero de a poco con mucha fe en Dios, pidiéndole mucho, podemos salir de nuestros problemas", sostuvo.
La misma opinión tuvo René Chávez, inmigrante peruana, quien insistió en que "tenemos que amarnos entre pueblos distintos, porque hay un solo Dios para todos".
En tanto, para Carmen Gloria Arévalo, la misa en la catedral de Santiago es una tradición. "Esto es lo que me enseñó mi abuelita. Siempre he sido católica y venir a misa el domingo es una tradición familiar. Me parece muy bien ver la catedral llena".