SANTIAGO.- El fiscal nacional, Jorge Abbott, y la fiscal Ximena Chong, viajaron a Brasil para asistir a la convocatoria del procurador general de este país, Rodrigo Janot, quien investiga los casos Lava Jato y Odebrecht. La cita no es un simple reunión de persecutores.
En ella los abogados chilenos y el temido fiscal brasileño, que tiene en la mira a varios políticos y empresarios de su país, intercambiarán información, facilitarán el contacto con los investigadores del caso y atenderán las peticiones de colaboración internacional en casos de corrupción.
De hecho, la reunión bilateral que sostendrán se da en el marco de una cumbre convocada por Janot con investigadores de Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá y República Dominicana por los casos que involucra a compañías brasileñas en el continente.
Respecto a Chile, Abbott y Chong acuden por el caso OAS, donde la jefa de la Unidad de Alta Complejidad Centro Norte investiga a la esa empresa brasileña por presuntos delitos tributarios, fraude de subvenciones electorales e infracción a la Ley de Donaciones.
Esta indagatoria apunta además a determinar si existieron irregularidades en el uso del avión privado durante la campaña del candidato presidencial del PRO Marco-Enríquez Ominami.
Pero, quién es el procurador Janot, el anfitrión de esta cumbre anticorrupción. Su nombre comenzó a aparecer en la prensa brasileña cuando gobernaba Fernando Henrique Cardoso (1995-2002).
Con ideas nuevas y crítico de la Procaduría General de la República (PGR), junto a un grupo de fiscales, estaba a la sombra del entonces procurador general, Geraldo Brindeiro, quien era apodado "cajoneador general".
Sin embargo, la llegada de Lula de Silva al poder cambió su destino.
El ex Presidente brasileño modificó el sistema para elegir al encargado de este importante cargo. Así, de la designación directa se pasó a la votación de una terna propuesta por la Asociación Nacional de Fiscales. Esto marcó el ascenso del grupo del que participaba y del que era el más joven.
"Según el tratado de la OCDE, en los casos de corrupción internacional los países deben espontáneamente comunicar los datos, independientemente de si el país debe demandar o no esas informaciones"
Rodrigo Janot
Y si el arribo de Lula al Palacio de Planalto lo sacó de la sombra, la elección de Dilma Rousseff lo puso en la primera plana: La destituida Mandataria quien aprobó su nominación a la jefatura de la Procaduría General de la República...
La nueva era de la PGR destacaba por la independencia y, posteriormente, por la llegada de Janot al cargo que tiene bajo la lupa a los políticos brasileños y empresarios. El resultado: se destapó el Caso Lava Jato y Odebrecht.
Estrategias de empresas a sus investigaciones
En una entrevista con el medio mexicano Expansión -el caso extendió sus tentáculos hasta este país- explicó su labor que se basa en "claves internas" y "claves externas".
"La clave externa más importante es la cooperación jurídica internacional. Tenemos cooperación con 33 países hoy en día, cooperación efectiva", afirmó. "Y las claves internas son: Leyes modernas, como la posibilidad de llegar a acuerdos penales entre los criminales que revelan crímenes y las autoridades de justicia, (de modo que) sus penas caen".
Esto último es lo que se conoce en la legislación chilena como delación compensada.
Además, explicó que también "usamos el sistema de administración Balance Score Card con indicadores cuantitativos, cualitativos, fechas de cierre, etcétera". Esta herramienta se ocupa en las empresas y permite enlazar estrategias y objetivos clave con desempeño y resultados".
Abott y Chong viajaron a Brasilia para intercambiar información, facilitar el contacto con los investigadores del caso y atender las peticiones de colaboración internacional, dijo la Fisclaía Centro Norte.
A juicio del procurador Janot, la cooperación es fundamental. "Demandamos informaciones y ofrecemos informaciones también. Según el tratado de la OCDE, en los casos de corrupción internacional los países deben espontáneamente comunicar los datos, independientemente de si el país debe demandar o no esas informaciones".
Es el procurador general de Brasil, quien impulsó la investigación a Petrobras, Odebrecht y OAS y que Lula ha calificado como ingrato, por llevar adelante investigaciones contra él y Rousseff.
