SANTIAGO.- “El día que nos vayamos, va a ser un mejor país del día que llegamos”. Con esas palabras, la Presidenta Michelle Bachelet adelantó este miércoles el eje principal que orientó su Cuenta Pública ante el Congreso Pleno, mensaje que reforzó además por redes sociales con el hashtag #ChileMejor.
Y es que el discurso que entregó la Mandataria en Valparaíso fue percibido como un remezón para la centro-izquierda representada en la Nueva Mayoría, bloque que hoy permanece dividido con dos candidatos presidenciales y bajo la amenaza de perder la posibilidad de proyectar las reformas que Bachelet ha impulsado durante su administración.
Por ello, la jefa de Estado elaboró una alocución que a juicio del analista político Max Colodro, "busca instalarse en alguna lógica de contraste con el gobierno anterior y que de algún modo supone un desafío para lo que viene. El Presidente anterior es el candidato de la oposición y tiene según las encuestas una probabilidad muy alta de ganar las elecciones".
"Por lo tanto, hay una cierta reafirmación de identidad de lo que es este Gobierno y de que es necesario mantener esa identidad en términos de una proyección hacia adelante y también es un discurso que tiene una cierta lógica electoral de campaña", añadió el sociólogo y académico de la Universidad Adolfo Ibáñez.
En la misma línea, el profesor de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo, Miguel Ángel Fernández, coincidió en que lo que Bachelet busca con el #Chilemejor "es instalar una retórica que sea útil para la coalición de Gobierno frente a las elecciones que vienen".
"Si ella no hace ese énfasis, le pasa una posta demasiado pesada a la lista parlamentaria y a los candidatos de la Nueva Mayoría. Intenta encuadrar el mensaje presidencial esta idea para minimizar el impacto que va a tener la falta de gestión de este Gobierno en la elección de noviembre", indicó.
Evaluación de su discurso y expectativas
En cuanto al análisis de la cuenta de la gobernante, Colodro destaca que "tuvo la virtud de ilustrar muy bien lo que ha hecho el Gobierno. En ese sentido, es un buen discurso, de reafirmación y que busca comprometer a los sectores que han estado respaldándola con una tarea que no se acaba con este gobierno sino que es una tarea de futuro".
En tanto, Fernández opina que "decir que fue bueno o malo hace que el análisis sea demasiado simple de un discurso en el que claramente intenta resaltar sus logros. De hecho estba estructurado para mostrar una posición de éxito. Pero perdió la oportunidad de darle un tono de realidad, faltó autocritica y una conexión con la realidad que vive el país".
Consultado sobre si con esta imagen de reafirmación -sumada al alza que evidenció en la última encuesta Adimark-, Bachelet logrará superar el umbral del 40% de aprobación ciudadana al finalizar su mandato, Colodro señaló que "es algo perfectamente posible, los gobiernos en general tienden a mejorar su aprobación en el último año".
"Ahora, si uno piensa que un gobierno que pasó por tantas dificultades como el de Sebastián Piñera terminó sobre el 50% de aprobación, es perfectamente posible que un gobierno que también ha atravesado momentos muy difíciles como el de Bachelet pueda terminar en tono al 40% e inclusive más allá de esa cifra", dijo.
En tanto, Fernández coincide con esa idea y asegura que "muy probablemente va a lograr tener niveles de aprobación cercano a los 40%, pero eso es un efecto común en la ciudadanía, que empieza a desinteresarse de la gestión del gobierno y empieza a centrar su mirada en el próximo".
"Ahora, con su mensaje, ella intenta poner la estructura para ser recordada como lo que ella pretendía al llegar a La Moneda, que era la gran transformadora del Estado, pero para ser justos este gobierno tuvo más sombras que luces y probablemente en lo que queda no va a poder recuperar tres años de errores sistemáticos en términos de gestión", indica.
¿Punto de inflexión?
Finalmente, sobre si el mensaje marcará un punto de inflexión para la Presidenta en los últimos meses que le quedan en La Moneda, Colodro respondió que "puede serlo y en ese sentido creo que va a ser decisivo el resultado de la encuesta CEP de mañana. Para bien o para mal, al Gobierno le va a aparecer la encuesta a 24 horas de este discurso".
"Si la encuesta viene de alguna manera a ratificar esta cierta mejoría del Gobierno, puede ayudar. Si la encuesta más bien tiende a confirmar el escenario anterior, de una situación de estancamiento, de dificultades, de baja aprobación, puede que incluso todo el efecto que se haya buscado con el discurso termine más bien desdibujado", advierte.
Mientras, Fernández indicó que "podría ser, es un punto de inflexión personal para tomar distancia con lo que va a pasar en las elecciones. No es tanto un punto de inflexión como para decir que van a cambiar las relaciones con los partidos y va a poder ordenar la casa, es un punto para ella como figura política, dejando de lado a la Nueva Mayoría".
