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Embajador Ramírez: El estilo dialogante del ex ministro de Allende que tiene a seis opositores a Maduro en su casa

La experiencia de ser el secretario de Estado de la UP que estuvo más tiempo preso durante la dictadura y su carácter conciliador son algunos de los factores que lo han ayudado a cumplir el mandato de buscar acuerdos en la crisis venezolana.

04 de Agosto de 2017 | 09:31 | Por Felipe Vargas, Emol
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El Mercurio (archivo)
SANTIAGO.- Pese a su natural cercanía con la izquierda y el chavismo, el embajador de Chile en Venezuela, Pedro Felipe Ramírez, ha demostrado, a juicio de los propios opositores al gobierno de Nicolás Maduro, una capacidad de crear consensos en medio de la crisis política que vive ese país.

El hecho de que haya realizado gestiones para proteger a seis personas perseguidas por la administración bolivariana ha confirmado ese carácter, según reveló a Emol una fuente cercana a los huéspedes que residen actualmente en su casa. "Él está jugando un rol importante para tratar de resolver la situación de estas personas", aseguran.


"Están muy agradecidos con el embajador, está haciendo un gran esfuerzo, un gran trabajo y dejando muy bien parado al pueblo chileno. Sin afanes protagónicos, para ayudar a que la crisis venezolana se resuelva en paz y ayudando también a todas las personas que han venido a pedir auxilio", añadió la misma fuente desde Caracas.

Sin embargo, hay un factor fundamental que explica en parte la preocupación de Ramírez en el caso venezolano. Y es el hecho de ser el ministro del ex Presidente Salvador Allende que estuvo más tiempo detenido después del 11 de septiembre de 1973, cuando permaneció bajo torturas por dos años y medio en distintas cárceles.

Ramírez fue titular de Minería y luego de Vivienda durante la Unidad Popular, y una de las pocas autoridades que defendió en terreno al Gobierno tras el Golpe Militar. En el sindicato de Fensa, ubicado en el cordón Cerrillos, fue arrestado por los uniformados, junto a miembros de la Izquierda Cristiana, su partido.

Uno de los presentes en ese momento fue el diputado Sergio Aguiló, quien es uno de sus mejores amigos. El parlamentario, que era estudiante de Economía de la U. de Chile en esa época, recuerda que "nos impresionó mucho que llegara un ministro de Estado. Ya lo conocía años previos, pero me causó mucho impacto su consecuencia".

En 1976, el representante de Chile en Caracas fue exiliado precisamente a Venezuela, país en el que permaneció por tres años. Allá forjó contactos con todos los sectores políticos locales, algo que le ha permitido poder influir de alguna forma en la compleja situación actual del país.

"Él está convencido que la única solución para Venezuela es el dialogo y la búsqueda de paz. Él vivió la experiencia de una dictadura, de la tortura, la prisión y el exilio, así que está buscando por todos los medios jugar un rol de articulación"

Sergio Aguiló

Según Aguiló, quien conversa "casi a diario" con el embajador, asegura que "él está convencido que la única solución para Venezuela es el dialogo y la búsqueda de paz. Él vivió la experiencia de una dictadura, de la tortura, la prisión y el exilio, así que está buscando por todos los medios jugar un rol de articulación".

El legislador añade que es "una persona anti conflictiva, que en el grupo o partido en que esta crea consensos, acuerdos. Tiene una gran facilidad para concitar procesos de integración y acuerdo. En ese sentido es una persona indicada para asumir la responsabilidad en Venezuela".

Gestiones por la paz


De hecho, su residencia, ubicada en uno de los sectores más acomodados de la capital venezolana, ha funcionado como un centro operaciones por la paz, en la cual ha recibido a numerosos líderes de la Mesa de Unidad Democrática, como Henrique Capriles y altos funcionarios del gobierno de Maduro.

Su red de contactos la pudo ver in situ el propio diputado, quien le pidió que lo llevara a Caracas para conocer la realidad del régimen bolivariano. Ramírez accedió e invitó a dos personas más: El ex precandidato presidencial del PS, Fernando Atria, y el ministro suplente del Tribunal Constitucional, Cristian Suarez.

"Le pedimos que nos hiciera una agenda de conversaciones con organizaciones sociales y líderes políticos de gobierno y oposición y embajadores, incluso con el nuncio apostólico de allá, Aldo Giordano, hace un año y medio", dice, junto con señalar que "nos llevamos una impresión muy preocupante".

"Yo soy muy chavista, pero ahí percibí el tema del contrabando, el nivel de falta de autocrítica absoluta de los dirigentes y cómo todo lo achacaban al imperialismo. No era necesaria la intervención extranjera, dado el nivel de errores que se estaban cometiendo", concluyó el legislador.