Michelle Bachelet, ex Presidenta de la República.
Alejandro Balart, La Segunda
SANTIAGO.- Por estos días la ex Presidenta Michelle Bachelet se prepara para asumir dos desafíos tras dejar La Moneda en marzo. El primero de ellos es preparar los detalles para su fundación - aún sin nombre oficial - que creará, mientras el segundo es el cargo que ejercerá en la Organización Mundial de la Salud. Allí recibirá de manos de Graça Machel, viuda de Nelson Mandela, la dirección del Programa para la Salud de la Familia, la Mujer y el Niño.
Respecto a la fundación comentó en Revista Caras que con ella busca aportar a un debate público distinto. "Con un espacio de encuentro permanente entre mundo político y ciudadano en torno a temas de futuro para Chile. No pretendemos duplicar el trabajo político de otras instituciones, la fundación será un complemento para articular mejor a todos los que creen en la democracia y la justicia social, es decir, en nuevas formas de participación, convivencia y desarrollo económico".
La ex Jefa de Estado relató que para ella fue un gran honor haber sido la primera mujer Presidenta de Chile, además de ser la primera reelegida desde el retorno a la democracia. En esa misma línea, abordó qué temas se mantienen pendientes a su juicio.
"Pareciera que a nosotras cuando logramos cargos de alta visibilidad e injerencia se nos exige estar agradecidas, y responder en materias que no tienen que ver con la función misma. Eso debe cambiar, ya no es aceptable que a una Presidenta mujer se le juzgue por cómo se viste o por su apariencia física", expuso Bachelet.
La otrora ministra de Salud del gobierno de Ricardo Lagos (PPD) subrayó que es importante que los hombres entiendan que dejar a las mujeres al margen es como jugar una final de campeonato con la mitad del equipo. "Si bien hemos avanzado, aún falta mucho, sobre todo en lo que respecta a la violencia que sufren las mujeres por el solo hecho de serlo, física, simbólica, laboralmente, etc", dijo.
La ex Mandataria afirma que en 30 años más ella quisiera que la igualdad de derechos y oportunidades para el género femenino fuera una realidad.
"Que todos pudieran experimentar: en los estudios, en el acceso a la vivienda, cuando necesitan atenderse en el sistema de salud, cuando quieren emprender, en el trato a hombres y mujeres. En otras palabras, que hayamos llegado, al fin, a ser desarrollados de verdad", deslizó.
