SANTIAGO.- Cinco días antes de que se desatara el estallido social, el XIII pleno del Comité Central del Partido Comunista fijó un plebiscito interno para la primera semana de noviembre, que debía ratificar los nuevos estatutos que regirían sus congresos. Hoy, el plebiscito está postergado para febrero y la agenda del partido se vio influida por un intenso movimiento social que los tiene desmarcados del resto de la oposición. En algunos sectores de la izquierda, comentan que el estallido fue para el PC como "un regalo de fin de año". Dentro del partido, reconocen que están "más cohesionados y alineados que nunca". El momento social podría ser, para la colectividad, una oportunidad para "recuperar su rol en el movimiento social".