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Debate entre técnicos y políticos de centroizquierda por retiro de fondos de AFP: ¿División histórica o discusión coyuntural?

Las diferencias entre quienes han sido parte fundamental en la elaboración de políticas públicas del sector y sus colectividades ha generado dudas sobre el futuro de esa relación y las consecuencias de un eventual quiebre.

13 de Julio de 2020 | 14:29 | Por Felipe Vargas, Emol
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"El 10% y el marco fiscal", se titula una carta que firmaron los economistas ligados a la centroizquierda, José De Gregorio, Sebastián Edwards, Claudia Martínez, Andrea Repetto y Rodrigo Valdés, en la cual manifestaron su preocupación por el avance del proyecto que permitiría el retiro del 10% de los fondos de las AFP.

En la misiva, publicada ayer en El Mercurio, los expertos advirtieron sobre los efectos nocivos que podría tener esta medida y la creación de un Fondo Solidario para reponer ese monto, el cual a su juicio implicaría un aumento de 18 mil millones de dólares en la deuda pública. "Creemos que hay mecanismos más eficientes", dijeron.

Sus comentarios se sumaron de ese modo al debate que ya se había abierto durante el debate de la iniciativa en el Congreso, el cual evidenció un distanciamiento entre sus posturas y las de los parlamentarios de su sector, quienes a su vez acusaron a los técnicos de permanecer "desconectados" de la realidad de las personas.

Así lo señaló por ejemplo el diputado Matías Walker (DC), quien destacó que "nosotros estamos en contacto con esa clase media que nos lleva a ver las cosas no desde la teoría, sino que desde el drama de gente a la que no le llegó el IFE”, y advirtió que las críticas "provienen de personas que vienen del 5% más rico de la población".

"Me da una impresión de que hay una desconexión", añadió, dichos que luego fueron rebatidos por el ex ministro de Economía y militante de ese partido, Jorge Rodríguez, quien manifestó que "no es correcto decir que los políticos no tienen acceso a lo técnico, el problema es que hay un populismo que ha trascendido a todos los partidos".

Una visión distinta planteó este lunes en entrevista con EmolTV el senador del PS, José Miguel Insulza. Tras ser consultado sobre si la opinión de los técnicos no está pesando en los debates políticos del sector, el ex ministro del Interior planteó una interrogante, apuntando al alto respaldo que tiene la medida en la población.

"Cuando amigos de uno están escribiendo por los diarios que esta es una mala idea, uno no es inmune a ese tipo de cosas"

José Miguel Insulza, senador PS
"¿Por qué, en una encuesta de hoy, el 75% de la gente aparece de acuerdo y el 69% dice que va a retirar su 10%, en circunstancias que una parte no menor del mundo político ha dicho que no le gusta? Todos los técnicos dicen que no le gusta, muestra el grado de desigualdad y de división que existe en la sociedad chilena hoy día", dijo.

"Mucha gente siente que todo este sistema y las instituciones no están funcionando en su favor. Yo soy un gran partidario del fortalecimiento de las instituciones, pero para que funcionen las instituciones tiene que escucharse mínimamente a la gente, y esto no es populismo, no es hacer todo lo que la gente quiere tal cual", argumentó.

No obstante, admitió que este debate "por cierto que hace ruido, cuando amigos de uno están escribiendo por los diarios que esta es una mala idea, uno no es inmune a ese tipo de cosas. Creo que tenemos puntos de vista distintos (…) hace dos semanas la mayoría de ellos me cuestionó el asunto, pero hoy día encontré, en general, bastante más comprensión para este punto de vista".

Consecuencias del debate


Sobre si esta discusión puede tener consecuencias para la centroizquierda, los expertos tienen posturas distintas. Por ejemplo, para el cientista político y académico de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, se trata "de una división histórica que, en parte, reproduce la tensión entre autocomplacientes y autoflagelantes".

A su juicio, el debate "ilustra la sordera de parte de los líderes de centroizquierda para escuchar a los expertos. Esta fractura los está llevando a un callejón sin salida. Cuando los académicos sienten que sus convicciones- respaldadas en evidencia irrefutable- no son tomadas en cuenta por los tomadores de decisiones, entonces el divorcio se transforma en conflicto".

"Hay un amplio consenso respecto al impacto negativo del proyecto del 10% sobre las pensiones que recibirán las personas, señalando con una voz fuerte y clara que ese proyecto es claramente regresivo. Sin embargo, los políticos optan por el camino opuesto. Esto tendrá consecuencias relevantes", indicó.

Según Morales, una de ellas será "que la elaboración de los próximos programas de gobierno tendrá un déficit técnico. Dudo que académicos de prestigio se quieran sumar a la elaboración de un programa de gobierno si, a la primera de cambios, el tomador de decisión avanza en la dirección opuesta al mandato de la evidencia".

Asimismo, advirtió que "la política y la democracia se pone en riesgo con este tipo de conductas, pues hace ver a los líderes como agencias irresponsables y proclives a decidir en función de medidas presuntamente populares, pero sin el suficiente respaldo técnico, metodológico y académico".

Una mirada distinta planteó la cientista política y presidenta de la Fundación Chile 21, Gloria de la Fuente, quien explicó que "creo que hay que entender que esto no es una cuestión que este solo en la dimensión del debate técnico, esto es ante todo un dilema socio- político".

“No creo que haya un divorcio, sino debates producto del déficit de la propia política de responder a las demandas ciudadanas”.

Gloria de la Fuente, cientista política
"Chile lleva discutiendo al menos siete años una reforma al sistema de pensiones, este ha sido un clamor que se tomó las calles antes del estallido social y que volvió a surgir con fuerza. Es evidente que el sistema, así como esta, no da para más. Se conjugaron los elementos para que se instalara el debate, que está lejos de ser técnico", aseguró.

En esa línea, la profesional sostuvo que "la ayuda para paliar los efectos de la crisis debiera venir de transferencia directa del Estado también para los sectores medios, pero este no ha respondido más que con un paquete de medidas que, en su mayoría, implica más deuda para un sector que ya está sobre endeudado".

"Así que no creo que lo que haya sea un divorcio, sino que debates que están en dimensiones distintas producto del déficit de la propia política de responder adecuadamente a las demandas ciudadanas. Esto es coyuntural, no es un divorcio, es un debate que se ha dado en dimensiones diferentes", concluyó.
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