La idea de que el destino del Gobierno y el proceso constituyente están ligados volvió a abordarse esta jornada en la Convención Constitucional, donde fueron comentadas las palabras del ministro Giorgio Jackson, que dijo que si gana el Rechazo, "muchas de nuestras reformas no se podrán llevar adelante".
Si bien desde la Convención han señalado múltiples veces que con el Ejecutivo van por carriles separados, a juicio de los convencionales de Vamos por Chile se refuerza que eso no es así y plantearon que con los dichos de Jackson, se estaría poniendo presión sobre la ciudadanía para tomar una decisión en el Plebiscito.
"Me parece que relativiza las palabras del propio Presidente, que dijo que uno u otro resultado electoral era legítimo. Poner esa presión de decir ‘solo uno permite las reformas que queremos’ parece un contrasentido. Ellos no presentaron un proyecto de gobierno condicional, ellos presentaron un proyecto de gobierno que se supone deben intentar desarrollar", criticó el
constituyente UDI Rodrigo Álvarez.
"Los dichos del ministro Jackson forman parte de la campaña del terror que primero vino desde un grupo de convencionales de izquierda diciendo que si no ganaba el Apruebo iba a haber un estallido social 2.0. Eso le hace mal a la democracia y a la libertad que tienen las personas de tomar conocimiento y una decisión con respecto a su votación en el Plebiscito", sumó Paulina Veloso (RN).
"Además, deja en claro que el proceso constituyente y el resultado de este está ligado también al resultado que pueda tener el Gobierno en su gestión,porque en el fondo ellos se basaron en este proceso para establecer ciertos lineamientos y objetivos que esperan de esta gestión", complementó la convencional.
La defensa del oficialismo
No obstante, entre los convencionales de Chile Digno, lo que dijo el ministro no causó sorpresa. A juicio de Marcos Barraza (PC), las palabras de Jackson son "asertivas", porque según él la actual Constitución "obstaculiza" las reformas que el Gobierno está planteando.
"Si uno revisa el programa de gobierno del Presidente Boric, muchas de las materias planteadas
tienen posibilidades de viabilizarse en términos legislativos en el marco de una nueva Constitución. Pensar en una reforma al sistema de pensiones con el funcionamiento del Decreto 3.500 no es muy viable, por los quórum supramayoritarios, pero también porque establece un estándar de política pública que privilegia el lucro por sobre la solidaridad en el sistema de pensiones", comentó Barraza.
Esa misma postura mostró Fernando Atria (FA), que defendió la tesis de Jackson diciendo que "uno no puede ignorar la situación política que nos llevó a dónde estamos".
"Todo Chile sabe qué es lo que no se ha podido hacer bajo esta Constitución. No se ha podido hacer un Sernac de verdad, no se ha podido tener una regulación eficaz para evitar el lucro de las universidades, no se pudo crear un fondo solidario del Auge. Nada de esto es nuevo, es parte de lo que hemos pasado todos juntos como país. Evidentemente esta Constitución vigente pretende hacer imposibles transformaciones como la que este gobierno pretende hacer. Para eso fue diseñada, explícitamente", dijo Atria.
En esa misma línea, para César Valenzuela (Col. Socialista), es "indesmentible" que hay una relación entre la suerte del Gobierno y la de la Convención.
"Pero el ministro tiene que estar tranquilo, nosotros hemos salido con fuerza este fin de semana y existen dudas, no rechazo, con respecto al contenido de la nueva Constitución. No me caben dudas de que vamos a ganar este 4 de septiembre, que Chile va a tener una nueva Constitución y eso hará más fácil el desarrollo de los proyectos políticos transformadores que está impulsando el Gobierno".
"Carriles separados"
No obstante, desde un sector de la Convención también intentan transmitir que ambos procesos siguen manteniendo su independencia.
"Nosotros estamos enfocados en terminar el proceso de armonización, estamos cerrando nuestra labor y esperamos que el texto se evalúe a partir de este último trabajo, su versión final, y que la ciudadanía ´pueda tomar su decisión libre e informada sobre la base del texto y quizás no otras consideraciones, sino que el texto hable por sí mismo", explicó Daniel Bravo (Pueblo Constituyente).
"El proceso constituyente no está atado al gobierno actual, es una decisión que tomamos todas y todos cuando se nos preguntó si queríamos una nueva Constitución. El 79% de la ciudadanía dijo que quería una nueva, nuestro trabajo corresponde a eso, no al Gobierno de turno", aclaró.
"Se agradece tener un gobierno que está por la vía de la aprobación del texto, respaldando el proceso, pero es importante recalcar, desde un primer momento, eso está demarcado de esa manera, es un poder autónomo", complementó Elisa Giustinianovich (MSC).