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Ximena Aguilera asume como ministra de Salud: Los desafíos ante la pandemia y la promesa de un "sistema universal"

La epidemióloga y hasta ahora presidenta de la Comisión Nacional de Respuesta Pandémica (CNRP) tomará el cargo de María Begoña Yarza, tras permanecer casi seis meses al frente del Minsal.

06 de Septiembre de 2022 | 13:38 | Redactado por Daniela Toro, Emol.
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Ximena Aguilera, ministra de Salud.

Aton / Archivo.
Pasadas las 13.30 horas de este martes, y con un amplio retraso tras una serie de polémicas por presuntos ajustes en la subsecretaría del Interior que no se concretaron, el Presidente Gabriel Boric realizó cinco cambios en su gabinete ministerial, cumpliendo así con el compromiso adquirido horas después que se conociera el holgado resultado del Rechazo el pasado domingo 4 de septiembre.

Una de las carteras que sufrió modificaciones fue la de Salud, que a partir de hoy será asumida por la doctora Ximena Aguilera, epidemióloga de la Universidad de Desarrollo, quien ya fue jefa del departamento de Epidemiología del Minsal y Asesora Principal de Enfermedades Transmisibles de la OPS. Hasta ahora, era directora del Centro de Epidemiología y Políticas de Salud de Medicina de la U. del Desarrollo y participó de Consejo Asesor de la administración anterior.

Así, la nueva ministra asumirá los desafíos de la cartera liderada hasta ahora por María Begoña Yarza, quien asumió su gestión en marzo con la impronta de una nueva gobernanza para el Minsal. En ese contexto se creó la Comisión Nacional de Respuesta Pandémica (CNRP), donde precisamente la ministra entrante había asumido como presidenta; y se determinó la existencia de un Comité Interministerial, una instancia superior para tomar decisiones de mayor impacto en relación a la pandemia. Asimismo, se estrenó el "Paso a Paso 2.0", con tres fases.

Sin embargo, la gestión de la ahora ex ministra no estuvo exenta de duros cuestionamientos, que la llevaron incluso a enfrentar una interpelación en la Cámara de Diputados, el pasado 8 de agosto. Allí se consultó sobre el estado de los hospitales psiquátricos -a propósito de la denuncia sobre presuntos tratos vejatorios a pacientes del Hospital del Salvador en Valparaíso-, y el retiro de escáneres corporales de los recintos penitenciarios, decisión que finalmente fue revertida.

Pero también se le consultó por el proceso de vacunación en el país; no sólo porque hasta entonces habían dudas sobre si Chile contaría o no con una quinta dosis, sino porque el proceso con la cuarta dosis (segunda de refuerzo) ha estado marcado por fuertes cuestionamientos sobre su cobertura -incluso ha sido tildado de "fracasado"-. Ese proceso será el que deberá reactivar la nueva ministra, en medio de un escenario con una población agotada por la pandemia y que cada vez exige más libertades.

Asimismo, también se deberá enfrentar a la exigencia de "certezas" que han demandado ex autoridades de Salud y quienes han seguido de cerca la pandemia, especialmente respecto a la quinta dosis. Esto, porque si bien la ministra Yarza dejó explícita la intención de que Chile cuente con una vacuna bivalente, hasta ahora se desconocen los laboratorios con que se está negociando.

Otro de los puntos en los que se centró el cuestionamiento a la gestión de Yarza tuvo que ver con la comunicación de riesgo, especialmente por las presiones que surgieron por eliminar el uso de mascarilla y otras medidas sanitarias, las que en el último mes se intensificaron por parte de padres y apoderados -e incluso parlamentarios- que piden dejar de hacerla obligatoria en la educación prebásica y básica. Hasta ahora, el Minsal confirmó que "está evaluando" dicha opción junto al Mineduc.

En junio, la CNRP sugirió al Minsal reorientar la comunicación de riesgo e instalar "conceptos paraguas relacionados con el autocuidado y la responsabilidad colectiva", fijando por entonces como ejes prioritarios el uso adecuado de mascarilla, el avance de la vacunación y la fiscalización del pase de movilidad.

Este último punto será también otro de los aspectos que deberá abordar la gestión entrante, pues si bien se sigue exigiendo a la población chilena, no son pocas las voces que han apuntado al "desgaste" de esta estrategia, sumado a que se han dado situaciones en Magallanes y Temuco, donde diversos gremios del turismo han llegado a la determinación de no solicitar más el pase de movilidad a las personas que deseen ingresar a los locales comerciales.

Asimismo, deberá afrontar las listas de espera, luego que miles de atenciones se incrementaran por la demanda que significaron los momentos más crudos de la pandemia.

Camino a un Sistema Universal de Salud


Una de las últimas acciones en materia sanitaria que celebró la ahora ex ministra fue la entrada en vigencia del copago cero, es decir, que los menores de 60 años, beneficiarios de los tramos C y D del Fondo Nacional de Salud (Fonasa) no tendrán que pagar por sus atenciones de salud en la Modalidad de Atención Institucional (MAI); situación que según comentó Yarza a Emol, marca "un antes y un después".

"Ese es un antes y un después y una señal muy clara de lo que uno quiere instalar como sistema; hoy instala un principio de la reforma, que la salud se entrega según las necesidades y no según la capacidad de pago", dijo la ex ministra el pasado 1 de septiembre.

En efecto, según detalla el programa de Gobierno del Presidente Gabriel Boric, junto con mejorar la gestión para hacerse cargo de la crisis sanitaria, se apunta a "comenzar un proceso de cambio que nos permita tener un sistema Universal de Salud en el mediano plazo, que instaure la salud como derecho en el país".

Para ello, fijan 11 líneas de acción, entre ellas, "generar un Fondo Universal de Salud (FUS) que actuará como administrador único de los recursos, a través de la universalización de la cobertura de Fonasa", y promete "terminar con el negocio de las Isapre, las cuales se transformarán en seguros complementarios voluntarios".

También compromete "un Servicio Nacional de Salud, con atención oportuna y de calidad", que incluye a Universaliación de la Atención Primaria (APS). A ello se suma la "estrategia de salud digital", para implementar un sistema de red de información de salud para integrar "de forma eficiente los niveles asistenciales" y una "atención de urgencia digna y oportuna".

La propuesta también apunta a crear un Plan Nacional de mejoras en las condiciones de trabajo para los trabajadores y trabajadoras de la salud, y el fortalecimiento de la carrera funcionaria en salud.

También se apunta al acceso gratuito a medicamentos, y la ampliación gradual de la cobertura de los medicamentos, entregando "gratuidad para la totalidad de fármacos cubiertos por el FUS".

La propuesta de Gobierno también pone foco en la salud sexual y reproductiva integral, además de la salud oral, atención oncológica integral, y la salud mental como prioridad, lo que incluye la Ley de salud mental integral, para potenciar el desarrollo de una red organizada en el modelo comunitario de salud mental y que asegure su adecuado financiamiento. Por último, el programa apunta a la salud intercultural, que reconoce "las prácticas de sanación y conocimientos sobre la salud y la enfermedad, de pueblos originarios y pueblo tribal afrodescendiente y de la población migrante".