Nuevos antecedentes surgen en torno a la investigación del triple homicidio en La Reina, cuyas víctimas fueron Eduardo Cruz-Coke y sus dos hijos de 17 años. Tras la formalización del presunto autor del crimen, Jorge Ugalde, se reveló que habría utilizado
zopiclona para someter a sus sobrinos.
Según la Fiscalía, el acusado, cuñado y tío de las víctimas, adquirió sustancias de sumisión, un arma blanca, una máscara y un arma fantasía, con el objetivo de matar a sus familiares.
De esta forma, el 18 de octubre, en el interior del domicilio ubicado en calle La Cañada, suministró a sus sobrinos
zopiclona, disminuyendo su capacidad de defensa y reacción.
Luego, el imputado atacó a su cuñado y padre de los adolescentes con un arma cortopunzante, causándole múltiples cortes que le provocaron la muerte.
Ugalde, posteriormente, asfixió a sus sobrinos con un elemento mecánico, causándoles la muerte. Según las pericias, hubo ausencia de riña, sujeción y defensa.
¿Qué es la zoplicona?
El fármaco tiene un valor entre los $2.800 y $5.000 por 30 comprimidos recubiertos de 7,5 milígramos, aunque requiere receta médica para su adquisición.
El Colegio de Químicos Farmacéuticos y Bioquímicos de Chile (AG) expone en su
página web que la zopiclona es utilizado en el tratamiento del insomnio, además de que se administra por vía ora y que "la dosis va a depender de las necesidades individuales de cada paciente y la determinará su médico", destacando que medio "comprimido en el momento de acostarse puede ser individualmente suficiente en determinados pacientes de edad.
Si es necesario, puede aumentarse la posología hasta 2 comprimidos".
Entre los efectos colaterales se destacan "sequedad bucal, cefalea, astenia, temblor, somnolencia, sensaciones vertiginosas y, excepcionalmente, irritabilidad y trastornos amnésicos".
Asimismo, detallaron que la sobredosificación produce en el paciente "sueño muy profundo, incluso comatoso, según la cantidad ingerida".
Tras la audiencia de formalización, la Fiscal Jefe de Género, Carolina Remy-Maillet, sostuvo que el Ministerio Público citó en la instancia los "informes toxicológicos de las víctimas menores de edad", los que revelaban "la presencia de particularmente un medicamento denominado como de sumisión".
Dijo que "no estamos en condiciones hoy de decir si esas concentraciones eran o no letales o cuáles son las requeridas para alcanzar dicho estado, pero sin lugar a dudas la utilización de ese elemento influyó directamente en la poca posibilidad de defensa por parte de los menores".