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La ESA quiere mantener operativos sus satélites para medir el cambio climático más del tiempo previsto

Los proyectos que estaban programados a concluir en 2017 podrían extenderse en su duración tras el anuncio del equipo a cargo.

12 de Mayo de 2016 | 11:12 | EFE
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AFP
PRAGA.- La Agencia Espacial Europea (ESA, en sus siglas en inglés) mantendrá sus misiones científicas Cryosat y Smos operativas después de 2017, fecha teórica de conclusión de estos dos programas de observación de la Tierra desde el espacio. Las sondas se mantienen en órbita midiendo importantes factores del cambio climático en el planeta.

"Por lo que veo, se intentará todo lo posible por mantener estos satélites con vida, incluso más allá del período previsto", es decir, el año próximo, declaró hoy a Efe en Praga Wolfram Mauser, presidente del Comité de Asesoramiento sobre Ciencias de la Tierra (ESAC, en inglés) de la ESA.

Este comité independiente de expertos y la dirección de ESA, organización intergubernamental dedicada a la exploración espacial y que agrupa a 22 miembros europeos, consideran que tiene sentido seguir recibiendo datos del espacio a través de esos satélites.

Aunque el combustible es el factor limitador, "todos esos satélites tienen buen estado de salud y pueden vivir bastantes años", confirmó el alemán, participante en el simposio "Planeta Viviente 2016" de la ESA, que se celebra en la capital checa hasta el viernes.

Cryosat, lanzado en 2010, fue el primer satélite en medir el grosor del hielo en los polos y verificar el cambio climático al detectar un importante descenso de la superficie y volumen de esa capa helada en lugares como Groenlandia o la Antártida.

El Smos, lanzado en 2009, puede con sus sensores medir la humedad en la Tierra y salinidad en los mares, con lo que ayuda a detectar sequías y predecir la calidad de las cosechas.

El tercer satélite actualmente en órbita, el Swarm, fue lanzado en 2013. Con su magnetómetro puede observar el efecto en el clima de los cambios en los campos magnéticos del planeta.

En tanto, el ADM Aeolus, previsto para entrar en órbita en 2017, y EarthCare, para 2018, se orientan a la atmósfera, en concreto, a obtener detalles de nubes y vientos con el fin de entender mejor el sistema climático.

Más adelante se lanzarán otros dos satélites, en 2021 el Biomass, y en 2023 el Flex, que observarán con más detalles la vegetación del planeta.

Biomass medirá por primera vez la biomasa de los densos bosques tropicales, ya que actualmente no es posible acceder a ella, porque "los bosques son tan densos que no podemos mirar a través con los sensores remotos normales", dice el experto.

Con el nuevo satélite, que operará en la nueva frecuencia "P", nunca antes utilizada en el espacio, se podrá calcular cuánto carbono está acumulado ahí y cómo varía.

"Cada medio año tendremos un biomapa de los densos bosques del globo y veremos como la deforestación y reforestación está cambiando la biomasa", señaló Mauser.
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