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Factores que previenen la adicción en los escolares

A través del programa de intervención escolar Mírame!, reconocido por la OMS y a nivel mundial, la epidemióloga de la Universidad Católica Ximena Berríos enseña a niños desde nueve años a resistir la presión negativa de su entorno, de sus pares y de los adultos, entregándoles herramientas que refuerzan sus conductas positivas y su autoestima. En este reportaje, junto a otros especialistas, entrega algunos caminos para que los padres en sus casas enseñen a sus hijos a decir no a las drogas, al alcohol, al tabaco y los escenarios de peligro que puedan enfrentar.

25 de Septiembre de 2006 | 17:37 |
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"La adolescencia temprana es el momento ideal para evitar la aparición de conductas de riesgo en los niños y estimular su cesación. En cuarto básico, con alrededor de nueve años, los niños ya tienen clarísimo el concepto del riesgo, porque lo han visto en la televisión, en sus casas, con sus amigos, en la comunidad donde viven, y esto es lo mismo en todas las situaciones socioeconómicas", señala la doctora Ximena Berríos, epidemióloga de la Universidad Católica y directora del programa de intervención escolar Mírame! Y añade: "A esta edad los niños se encuentran formando hábitos, adquiriendo conductas y son muy vulnerables a las influencias externas; por lo tanto, es más factible revertir estas conductas. Ya más adelante, a partir de los 13 años, las conductas de riesgo son significativamente más elevadas, semejantes a las de la población adulta y, por lo tanto, más difíciles de modificar".

El objetivo de Mírame!, reconocido internacionalmente por la OMS, es promover estilos de vida saludables en la población escolar básica y en sus padres, y ya ha sido aplicado en 50 mil niños en todo el país. Según su gestora, su eficiencia radica en que no está orientado a combatir sólo una conducta de riesgo, sino que las enfrenta todas en conjunto. "Una vez adquirida la capacidad de decir no, cuando el niño tiene su autoestima alta, es capaz de negarse a todas las conductas de riesgo a las que se ve enfrentado en su desarrollo, como son el consumo de tabaco, drogas y alcohol, el uso de la violencia, la sexualidad irresponsable. Pero para tomar cualquier decisión los niños tienen que tener información, y por eso hay que hablar con ellos antes de que sepan por otras fuentes. Explicarles cuáles son los problemas que van a tener, advertirlos. A los nueve años hay que explicarles que existe la pornografía, las drogas. Los niños saben cosas que los padres no sospechan", afirma la doctora Berríos. Y añade. "El resultado es semejante al de una vacuna, estimulando defensas que actuarán como una coraza frente a situaciones reales que enfrenten en su vida diaria".

Como Mírame! hasta el momento sólo se enseña en colegios, con el apoyo de los profesores y los padres, la doctora Ximena Berríos y su colaboradora en este proyecto, la pediatra y especialista en salud pública Paula Bedregal, entregan algunas herramientas para evitar situaciones de riesgo y futuras adicciones que los padres pueden aplicar con sus hijos en la vida diaria. Por su parte, el siquiatra infantil Alfonso Correa entrega algunos caminos para ayudar a elevar la autoestima en los niños.


1. Cómo resistir la presión de los compañeros

Según las especialistas, los niños tienen que aprender a tomar decisiones, y para eso hay que explicarles que las hay buenas y malas, que tiene que pensar siempre en las consecuencias de lo que va a hacer, y para eso debe tener alternativas para defenderse frente a la presión de sus pares. En este sentido, Ximena Berríos señala: "Hay que enseñarle al niño que puede decir: No, gracias, no me interesa. O ser más claro y enfático y decir: No, me gustan otras cosas. Una tercera alternativa es que el niño diga No y dé una buena razón: "Está prohibido y no me gustaría terminar preso". Lo otro es decirle al niño que cuando se dé cuenta de que hay un riesgo, se aleje del lugar o que se haga el sordo y no escuche el ofrecimiento, o que dé una buena excusa que los demás crean, que tome el ofrecimiento como una broma o que proponga un panorama más entretenido y que sabe que a sus compañeros les gusta". Según las especialistas, también hay que insistirles en que cualquier decisión que tengan que tomar la consulten primero con sus padres, porque cada día se les van a ir presentando distintas situaciones de riesgo, y que las tienen que tomar con calma, porque generalmente las decisiones rápidas son equivocadas. En este sentido, en Mírame! tienen una sigla que a los niños se les queda grabada: P.O.D.E.R.: para, opta, decide, ejecuta y ríete feliz.


2. Cómo resistir la influencia de la publicidad negativa

"Los niños están rodeados de malas influencias de la televisión, con comerciales de bebidas alcohólicas, con imágenes de sexo, lo que es pésimo para ellos porque a su edad los hiere profundamente, al mismo tiempo que les despierta la curiosidad. Por eso los padres tienen que estar ahí, hablar de las cosas que ven, explicarles que muchas cosas son mentiras, que la publicidad es engañosa, porque la televisión no está diciendo que después de fumar van a comenzar a beber alcohol y que después del alcohol los niños van a consumir drogas. Eso los niños lo tienen que saber, y antes de que llegue otra persona y les enseñe", explica la doctora Berríos.

El siquiatra infantil Alfonso Correa añade: "Lo antes posible hay que ir formándoles una actitud crítica respecto de lo que pasa y ven en el entorno. Ayudarlos a diferenciar entre fantasía y realidad cuando ven televisión, que no se dejen llevar en forma pasiva en todo lo que les pasa. Y cuando surgen temas desde el niño hay que conversarlos, no evitarlos. Si un niño pregunta por la droga sería una tontera decirle que es muy chico para hablar de eso. O de sexo. El conocimiento teórico de un tema no los incentiva. La curiosidad, la incerteza y el no tener una opinión sobre un tema es lo que los hace tener conductas irresponsables".


3. Cómo resistir la mala influencia de los adultos

Un hermano, los papás, tíos, vecinos, cualquier adulto le puede decir a un niño: Ya, pues, tómate un trago, así te haces hombre. "Ésta es una situación fatal que se da mucho. O padres que fuman encima de ellos, porque los niños son el espejo de sus padres. Pero lo más importante en este ítem es el tema del abuso sexual, del que se debe hablar abiertamente a los niños. Hay que explicarles cuáles son sus partes privadas, y que si alguien quiere hacer con ellos algo que consideran malo, que les pregunten primero a sus padres. Hay que decirles: lo que quiere ese hombre es abusar de ti y lo que tienes que hacer es resistir, gritar, pero no permitir que ese hombre abuse de ti. El abuso sexual está a la vuelta de la esquina, y en todos los niveles de la sociedad, y eso tiene que saberlo la persona que está en riesgo'. Según las especialistas, una buena herramienta es preguntarle al agresor: ¿Y eso es bueno para mí? "Con eso cortas a la persona", dice Ximena Berríos.

Sin lugar a dudas, el cómo hablar con los hijos es un tema en sí mismo, sobre todo que en la preadolescencia son muchos los que miran con sospecha a sus padres. La doctora Paula Bedregal está de acuerdo, y señala: "A esta edad cuesta hablar con los hijos, incluso a muchos les produce rechazo, por eso los papás tienen que saber que las relaciones de confianza se establecen desde que la guagua está en el útero, y ese apego se mantiene estable en la medida en que el niño tenga siempre figuras vinculares estables en el tiempo. O sea, esos papás que se aterraron y quieren comenzar a hablar con sus hijos cuando ya tienen 12 años, francamente llegaron tarde. Pero no es absolutamente irreversible. Por eso yo les digo a los papás que si no establecieron un diálogo cuando correspondía, pueden decirles a sus hijos que metieron la pata, que no fueron capaces de hablar, pero que siempre van a estar ahí para ellos. Ese mensaje los jóvenes lo captan inmediatamente, el saber que sus papás están presentes".


4. Cómo formar la autoestima

El siquiatra infantil Alfonso Correa entrega algunas herramientas con que los padres pueden ayudar a sus hijos:

1. No exponerlo a descalificaciones (nunca decirle repetidamente que es tonto, por ejemplo), valorar sus potencialidades e intentar que las desarrolle.

2. Disminuir la sobreprotección que puede haber en la casa, porque disminuye la confianza en sí mismo. "En la medida en que el niño ve que hacen las cosas por él, se va sintiendo incompetente".

3. Poner límites, y a medida que vayan creciendo que vayan participando en la formación de estas reglas.

4. Evitar las inconsistencias en los padres; cuando dicen que van a hacer una cosa y hacen otra. También les afecta la falta de acuerdos entre los padres, que no se les pregunte lo que opinan, lo que sienten o piensan al respecto de algo que los atañe, que es distinto a que el niño decida lo que el adulto tiene que hacer.

6. Ajustar las responsabilidades a su edad y a sus capacidades.

7. Para que aprendan a tomar decisiones, más que dar consejos primero hay que preguntar al niño qué soluciones ve él para determinado conflicto.

8. No involucrarse de más en las peleas de los hermanos. "Uno como padre nunca debiera ser juez, ni tratar de determinar quién tiene la culpa o quién empezó. El papá es más bien un árbitro, de otra manera está disminuyendo la confianza que ellos tienen en su capacidad para resolver problemas".

Para más información sobre el Programa Mírame! en el sitio.

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