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La falta de rutinas y horarios provoca mal dormir en niños

Especialista mexicana entrega pautas para lograr que los más chicos concilien el sueño y que sus padres puedan descansar.

15 de Octubre de 2008 | 10:56 |
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Antonia y Lucía son un par de gemelas de dos años y medio que, cuando se despiertan en la noche, toman todos sus juguetes y se van a dormir a la cama de su mamá, Silvia, y de su abuela, Ofelia. El costo: ambas mujeres completaron un año y medio de mal sueño, antes de pedir ayuda.

Éste es uno de los casos en que Alejandra Velasco, autora mexicana de una serie de libros acerca de hábitos de sueño, ha intervenido "in situ" para salvar tanto a los pequeños como a sus padres de la pesadilla de no poder dormir.

"Muchas veces la culpa de todo la tenemos los papás que mal acostumbramos a nuestros hijos", dice esta comunicadora (especialista en lenguaje entre padres e hijos) y magíster en Educación, quien conduce el programa "Dulces Sueños", que desde el 5 de septiembre se exhibe en el canal Discovery Home and Health.

La especialista explica que es fundamental establecer rutinas, horarios y reglas que se deben respetar de manera permanente para lograr crear un hábito.
Y es ahí donde los padres cometen una serie de errores involuntarios que van agravando la situación.

Uno de éstos es saturar el dormitorio de los niños con juguetes y colorear las murallas con colores fuertes. "Los cuartos deben estar limpios, pintados con colores suaves y jamás dejar un televisor o juegos electrónicos dentro de la pieza", advierte Alejandra Velasco.

Tampoco hay que despertar al niño cada vez que hace un ruido extraño, por temor a que le pase algo. Eso le ocurría a una pareja que ella ayudó en Colombia, y quienes ante el más mínimo quejido de Ignacio saltaban a atenderlo.

En "su" cama

Antes de llevar a los niños a dormir es fundamental hacer una rutina diaria.
Todo debe comenzar a la hora de la cena. Ésta debe ser contundente, para que el niño no quede con hambre, y no contener dulces que lo reactiven. En el caso de un lactante, si tomó leche cinco veces en el día (la última a las 22 horas) y no tiene problemas de peso, puede pasar la noche sin tomar pecho.

Inmediatamente después viene el baño, que lo relaja y tranquiliza, y puede ser complementado con un masaje.

Entonces, llega la hora de irse a su cama o cuna. "No se deben quedar dormidos ni en los brazos de los papás ni en la cama de ellos, porque cuando despierten en la madrugada querrán dormirse de igual forma".

Tampoco es conveniente que la mamá se duerma con el niño en la cama o cuna, porque al despertar la querrá a su lado de nuevo. "La hora de dormir también es fundamental. Los preescolares deben dormirse a las 8:30 y los escolares a las 21:00, porque después están tan agotados que les cuesta pegar los ojos", acota la especialista, con quien es posible comunicarse a través del sitio web.
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