Está comprobado. Definitivamente las mujeres son más sensibles, cordiales, aprensivas y ansiosas que los hombres, quienes presentan mayores índices de dominación, estabilidad emocional, respeto por las normas y vigilancia del entorno.
Así lo establecieron los psicólogos Marco del Giudice, Tom Booth y Paul Irwing, quienes en un reciente estudio señalaron que la importancia del grado de sensibilidad radica en su influencia en el comportamiento general de los individuos, diferenciando a los seres más sensibles -en su mayoría mujeres-, de los utilitarios y objetivos, cuyo amplio porcentaje corresponde a hombres.
Esta brecha psicológica tiene incidencia, por ejemplo, en la conducta sexual, ya que la promiscuidad se puede prever por medio de un alto porcentaje de extraversión, neurosis, adaptabilidad al cambio, narcisismo y psicopatía.
En cuanto a las rupturas de pareja, los investigadores señalan que este proceso estaría gatillado por la extraversión e inestabilidad emocional, además de un cuadro de baja empatía y responsabilidad en alguno de los individuos.
Alfonso Luco, decano de la Facultad de Psicología de la UNIACC, asegura que “el cómo se educa a hombres y a mujeres, donde a los hombres les son incentivadas algunas cualidades y a las mujeres otras, hace que el ajuste entre estas dos formas de ser sea muy difícil, porque las mujeres están más centradas en los sentimientos, mientras que los hombres piensan en el rendimiento, lo que hace que las expectativas no se cumplan”, hecho que motivaría los quiebres sentimentales.
El camino para lograr una mayor integración -y con ello parejas más estables-, requiere una educación que desarrolle en los hombres toda la capacidad emocional y en las mujeres el ámbito más lógico, señala Luco, quien además cree que “ahora es el momento, porque las mujeres han cambiado muchísimo y los hombres están tratando de adaptarse mediante la colaboración en las tareas domésticas, junto al compartir y disfrutar la crianza de los hijos”.
La investigación de Booth, Del Giudice e Irwing se llama “La distancia entre Marte y Venus” y fue publicada a principio de mes por la Public Library of Science.
En sus páginas los psicólogos miden, a través de un cuestionario, la presencia de 15 facetas de la personalidad: afabilidad, estabilidad emocional, dominación, ánimo, apego a las normas, adaptabilidad al cambio, atrevimiento, sensibilidad, vigilancia, abstracción, privacidad, aprensión, autosuficiencia, perfeccionismo y tensión.
El test se aplicó a 10.261 personas, cuyo 50,1% correspondió a mujeres. Además, fue requisito que los participantes tuviesen estudios universitarios.
Los autores afirman que la inteligencia acompaña a la personalidad como factor crucial en el comportamiento humano y en esto tiene que ver mucho el hecho de que el cerebro del hombre, en una media, sea un 10% mayor en volumen que en de la mujer y por lo tanto, tiene más neuronas.