A pesar de que muchos la veían como una salvadora dentro de la localidad de Jinja,
Uganda, la joven norteamericana
Renee Bach está siendo demandada por el tribunal civil del país después de que niños gravemente desnutridos murieran supuestamente bajo su cuidado, sin tener licencia médica ni estudios en el área.
Todo comenzó en
2009, cuando la ciudadana del estado de Virgina fundó su organización sin fines de lucro llamada
"Serving His Children (SHC)" en la localidad de Jinja con el fin de "ayudar a servir a quienes sufren de desnutrición aguda severa y moderada".
Sin embargo, al parecer la joven realizó durante los años de ayuda varias
tareas médicas para las que no tenía autorización, al no tener estudios en el área ni licencia para hacer los procedimientos que se practicaban comúnmente dentro de la organización, como hidratación endovenosa, oxigenación e incluso transfusiones de sangre.
Los archivos de la corte civil del país africano sostienen que la joven supervisaba directamente la atención médica de los niños extremadamente enfermos y a menudo realizaba
procedimientos como transfusiones de sangre, en una instalación sin licencia, experiencia ni entrenamiento médico.
Primah Kwagala, abogada ugandesa de derechos civiles que lleva el caso contra Bach, aseguró a CTV News que empezó a investigar el caso cuando un colega se le acercó para que considerara la situación que se estaba viviendo en el centro.
La abogada contó que los habitantes de la localidad siempre pensaron que la norteamericana era una trabajadora del área de la salud y que iban a buscar este tipo de servicio a su centro de desnutrición.
Sin embargo, nada de eso era cierto ya que el centro no trabajaba bajo licencia médica y la
voluntaria nunca había sido una trabajadora de la salud. Es por esto que la abogada presentó la demanda civil en nombre de dos madres cuyos hijos murieron siendo atendidos por Bach.
En la acusación,
se le responsabilizó por la muerte de 105 niños bajo su cuidado a pesar de que otros activistas aseguran que este número sería mayor, pero solo por falta de recursos no se pudo realizar una demanda colectiva, según aseguró la abogada.
"Está acusada de dirigir un centro que no fue registrado por las autoridades de Uganda, administrar tratamientos especializados y medicamentos sin formación ni licencia médica, engañar a los ciudadanos para que se alejaran de los centros de salud públicos y, en consecuencia,
violar los derechos humanos, incluido el derecho a la vida, salud, a no sufrir discriminación por motivos de raza y condiciones socioeconómicas, y abuso de la dignidad de los niños y madres vulnerables", aseguró Kwagala al medio.
Crédito: Serving His Children / Captura Facebook.Respuesta de la demanda
La acusada, quien ya no vive en Uganda, realizó una declaración pública a través de su abogado,
David Gibbs, para defenderse de la acusación, la cual según ella "carece totalmente de fundamento".
"A medida que Bach trabajaba junto a profesionales de la medicina ugandesa aprendió habilidades para poder proporcionar asistencia según fuese necesario, pero
nunca se presentó a sí misma como doctora o enfermera", dijeron en la declaración.
La abogada aseguró que Bach podría enfrentarse al pago de daños y perjuicios si pierde la demanda, y el tribunal debería "hacer una declaración pública para evitar que se involucre en la práctica médica". La próxima audiencia está agendada para
enero de 2020. Los activistas dicen que el caso de Bach es una ventana hacia un problema mucho más grande que es el de los
voluntarios extranjeros en países en vías de desarrollo, quienes algunas veces hacen más daño que el bien.
La organización llamada
No White Saviors aseguró que el caso de Bech es un ejemplo del "complejo de salvador blanco", es decir cuando occidentales viajan a países más pobres para entregar ayuda incluso cuando no tienen la experiencia o la capacitación para hacerlo, algo que potencialmente hace más daño.
"Es un problema de las creencias inherentes en las intenciones, la inocencia y la moralidad de extranjeros. Al ir a otros países, muchos de los cuales han sido colonizados anteriormente,
hay una confianza implícita e ignorante de que estos están ahí para hacer el bien, para ayudar y que están calificados para hacerlo", aseguraron.