Ernesto de Hannover en el matrimonio de su hijo en 2018.
EFE
Ernesto Augusto de Hannover ha tenido un verano (boreal) un tanto complicado, con varios episodios de agresividad, el último de los cuales lo tiene detenido desde el lunes en la ciudad austríaca de Wels.
El primero de los incidentes protagonizados por el todavía esposo de Carolina de Mónaco -no se han divorciado legalmente, pero están separados desde 2009-, ocurrió el 15 de julio pasado, cuando el príncipe alemán de 66 años llamó a los servicios de emergencia asegurando que alguien quería matarlo.
La policía de Scharnstein se hizo presente en el pabellón de caza de Ernesto de Hannover en la localidad de Grünau im Almtal.
En el lugar, según informó el medio Kronen Zeitung, el príncipe alemán reaccionó furioso con los efectivos y los amenazó con un cuchillo, por lo que tuvo que ser reducido en el suelo. Posteriormente, un médico recomendó que fuera ingresado en un recinto psiquiátrico.
Pero la versión de Ernesto de Hannover fue completamente diferente. Según señaló a la prensa local, sufrió un episodio de hipoglicemia (bajo nivel de azúcar en sangre), por lo que llamó pidiendo ayuda. "No sé por qué vino la policía", sostuvo, agregando que fueron los agentes quienes lo atacaron sin razón y que emprendería acciones legales en su contra.
Sin embargo, el príncipe alemán prefirió no esperar y se dirigió a una estación de policía para presentar cargos por violencia policial. Sin embargo, los efectivos se encontraban dirigiendo el tránsito, por lo que Ernesto de Hannover se acercó a ellos y los amenazó con un bate de béisbol. Posteriormente, regresó a su casa.
El comportamiento del príncipe alemán continuó aparentemente en calma, hasta que en la tarde del lunes pasado el matrimonio que trabaja para él lo acusó de amenazas y coacción.
Según informó Kronen Zeitung, Ernesto de Hannover le habría dicho a la pareja que "escapara" o de lo contrario enviaría una banda de matones. Asimismo, habría roto una señal de tráfico y la habría usado para romper una ventana.
Tras la denuncia, agentes de la policía se hicieron presentes en el domicilio, esta vez equipados con cámaras corporales para registrar el procedimiento, y lo arrestaron por orden del fiscal de Wels, para luego trasladarlo a la prisión.
El príncipe alemán está a la espera de la decisión que adopte el juez, quien podría ordenar una prisión preventiva de 14 días. A Ernesto de Hannover se le acusa de resistirse a la autoridad, lesiones corporales graves, amenazas peligrosas, daños materiales e intento de coacción.