MILAN.- La humillante goleada de 6-1 propinada por Parma colmó la paciencia del presidente de Inter, Massimo Moratti, quien concretará una verdadera depuración del numeroso plantel de 32 jugadores, muchos de ellos verdaderas estrellas internacionales.
Con toda probabilidad no estarán el año próximo en el plantel el chileno Iván Zamorano, los franceses Laurent Blanc y Benoit Cauet, el irlandés Robbie Keane y los italianos Fabio Macellari, Anselmo Robbiati y Michele Serena, cuyos contratos están por terminar y no serán renovados.
Los dirigentes de Inter están estudiando cómo devolver a Corinthians al brasileño Vampeta, cuya actuación contra Parma habría sancionado un punto de "no retorno" en su relación con el club italiano, y analizan también una oferta de Aston Villa por el goleador turco Hakan Sukur.
Para reforzar al equipo se citan los nombres del atacante argentino Martín Palermo, de Boca Juniors, aunque se teme que ahora su cotización suba a las nubes, y de los brasileños Romario (el presidente Moratti lo quiere, pese a la oposición del técnico Marco Tardelli), Ronaldinho (Gremio) y Geovanni (Cruzeiro).
El pesimismo que existe sobre la posible prolongación del contrato del uruguayo Alvaro Recoba (los próximos días son decisivos) ha llevado a Moratti a volver sobre sus pasos y a tener en prioritaria consideración la posibilidad de comprarle a River Plate el pase de Pablo Aimar, aunque hay dudas por su juventud.
Por último, se habla de un interés de Inter por el atacante colombiano Jairo Castillo, quien juega en Velez Sarsfield y se ha convertido en su goleador, pero frenaría la operación la compleja situación de su vínculo contractual con el club argentino.
