BUENOS AIRES.- Diego Maradona aseguró que no está separado de su esposa, Claudia Villafañe, y de sus hijas, y que durante varios meses estuvo alejado de ellas "por problemas de drogadicción" que le obligaron a someterse a un tratamiento médico en Cuba.
"Estoy pagando lo que coseché con mis estupideces" indicó el ex futbolista a radio Del Plata, de Buenos Aires, tras señalar que en los próximos días regresará a La Habana.
"Tengo que ir a Cuba a resolver todas mis cosas y si los médicos me dicen que me tengo que quedar, lo tendré que hacer", dijo Maradona, recuperado de una crisis cardíaca sufrida en la ciudad uruguaya de Punta del Este en enero del 2000.
Al recordar ese episodio, dijo que estuvo "cincuenta segundos muerto" y que no fue a divertirse a Cuba sino a recuperarse.
El mejor jugador de la historia del fútbol argentino puso en duda su participación en un partido oficial de la selección de su país a modo de despedida, lo cual fue admitido como posible por el seleccionador Marcelo Bielsa.
"No quiero robarle la camiseta a nadie", dijo al respecto el ex futbolista y dio a entender que no está en condiciones físicas para afrontar una responsabilidad de ese tipo.
"Lo que pasa es que yo era muy celoso de mi estado físico y siempre quería estar muy bien para jugar en la selección y eso se lo transmitía a mis compañeros. Además, yo sé que estoy dentro de la historia del fútbol argentino y eso nadie me lo puede quitar", comentó.
No obstante, señaló que se pondrá en contacto con Bielsa, quien la semana pasada comentó que Maradona ha hecho "mucho" por el fútbol de su país y la selección y consideró "justo" un reconocimiento.
