GINEBRA.- El COI sólo atribuirá los Juegos Olímpicos a un país emergente si demuestra ser capaz de organizarlos "con calidad y si goza de estabilidad política, económica, social y de seguridad", porque, en otro caso, es un riesgo, como lo demuestra la actual crisis que vive Argentina.
Así lo asegura el presidente del máximo organismo olímpico, el belga Jacques Rogge, según el cual esa atribución no ocurrirá al menos durante su mandato, que termina en el 2009, con posibilidad de renovación por otros cuatro años.
"Véase el ejemplo de Buenos Aires, que presentó en 1997 una candidatura muy bien atada para los Juegos del 2004. Miren qué pasa hoy e imagínense qué habría ocurrido si se los hubiésemos concedido", señala Rogge en declaraciones que publica hoy el diario suizo "Le Temps".
Ante una pregunta si el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, no se está aventurando demasiado al prometer a Africa la Copa del Mundo de fútbol del 2010, Rogge lo niega con el argumento de que "los gastos de organización son infinitamente menores".
"El Mundial son 600 futbolistas, 64 encuentros, 5.000 periodistas y 1,5 millón de espectadores, mientras que los Juegos de Verano son 10.500 atletas, 900 acontecimientos deportivos -incluidas preliminares y calificaciones- 25.000 periodistas y 9,5 millones de espectadores", explica.
"Africa y América Latina pueden organizar una Copa del Mundo de fútbol, pero todavía no unos Juegos Olímpicos", asegura.