SANTIAGO.- En los últimos años del fútbol chileno surgió la figura de un personaje que asesora al club en la compraventa de jugadores. Es el caso de Pedro Cárdenas en Universidad de Chile y de Jorge Vergara en Colo Colo. Ambos han tenido buenas labores (como las ventas de los azules Rodrigo Tello y Eduardo Arancibia en altos montos), pero han sido cuestionados por su real injerencia en el andamiaje del club.
Jaime Muñoz, vicepresidente del Sifup, es claro en la denuncia: "Considero súper transparente que tengan un cargo y que den boleta. El problema es que, a veces, obligan a los jugadores a firmar con ellos y si no lo hacen son postergados, como el caso de Mario Cáceres en Colo Colo o Marco Estrada en Everton, superando la autoridad de los directores técnicos. La reglamentación no impide este problema, por lo que los clubes deben velar porque no suceda".
El agente Wilson Cortés no respalda esta opinión: "No creo que haya intereses creados entre los técnicos, los representantes y los dirigentes: Pedro Cárdenas no es dirigente de la U, es un asesor que contrataron, según ellos me han comentado. Yo tengo entendido que Jorge Vergara fue dirigente, pero ahora tiene otra función. La decisión del técnico es personal y él ve qué jugadores están mejor, porque el que anda bien es el que va a jugar. Si no juegan algunos, es porque son instituciones grandes con mucho plantel", comenta Wilson Cortés.
Matías Guerrero, delantero de la Unión Española 2001 y algo a regañadientes, piensa que su futuro sería diferente si se hubiese dejado representar desde un principio. Pero la opción de Jorge Vergara no le agradó, porque la consideró innecesaria para un jugador de, entonces, 18 años: "Recuerdo haber hablado con él del tema, pero no me acuerdo de lo que me ofreció en esa ocasión”.
Miguel Angel Castillo nunca ha sido representado en su vida: "No me gustan las personas que se aparecen cuando uno está bien y después te dejan de lado. Me llamaron harto hace un tiempo. Además, los dirigentes y los técnicos en Chile te conocen, no tienes la necesidad de que alguien te promueva. El problema es que hay dirigentes que trabajan con representantes y como yo no tengo, no he podido llegar a ellos. Pero me he manejado bien".
"Ahora estoy cesante y no me da vergüenza tener que golpear puertas y tener que ir a los clubes. Siempre he sido una persona bien social y no tengo problemas para relacionarme con la gente que entiende los números y la parte económica. Cuando he tenido alguna duda, le pregunto a mis amigos y listo: "Koke" Contreras, Daniel Morón, Jaime Pizarro, Víctor Hugo Castañeda (todos han pasado por Palestino, la institución donde Castillo ha pasado más tiempo)".
Castillo incluso se jacta: "Los jóvenes de Palestino también me preguntan cómo lo he hecho o si les conviene. Para mí no ha sido un inconveniente carecer de un representante, porque mi juego es vistoso y me conocen todos. Por ejemplo, después de 1999, cuando hice una buena campaña en Palestino, me llamó Carlos Reinoso de México y ahí me ayudó mucho el "Koke" Contreras".
Rodrigo Ríos, ex volante de la UC y de la selección chilena Sub 23, asegura que sigue siendo amigo del agente de futbolistas uruguayo Pablo Tallarico, a pesar de que ya no trabaja con él: "No tuve los resultados que esperaba en algunas operaciones, ya que pude irme a Argentina. Pero no pasó nada y terminé prestado al Everton, en segunda".
La buena relación con Tallarico se mantiene, "pero no he firmado con ningún agente. Ahora me asesora mucha gente y los representantes siguen cumpliendo una labor muy importante. Porque no corresponde que el jugador ande golpeando las puertas de los clubes. En cuanto a los problemas que ha tenido Tallarico (específicamente el caso pasaportes, con Pablo Contreras, Cristián Uribe y Alejandro Escalona), yo pienso que el futbolista siempre tiene la última palabra".
Castillo se opone a esta visión. Cree que los futbolistas son "lejos los más inocentes en el fútbol, por lo que todos podrían conversar de plata con nosotros sin ningún riesgo. No somos como los otros porque queremos jugar".
El vicepresidente del Sifup, Jaime Muñoz, también tiene su opinión: "Si estuviera jugando ahora tampoco tendría representante. O dejaría que mi padre llevara los negocios (los familiares son los únicos agentes que no necesitan requisitos para trabajar)".
Los verdaderos agentes, parte I
Pruebas y mentiras, parte III
El retiro de Casal, parte IV