MANCHESTER.- El Arsenal se consagró hoy campeón de la Premier League del fútbol inglés tras derrotar al Manchester United como visitante por 1-0, en partido correspondiente a la penúltima fecha del certamen.
Con las gradas ardiendo y registrando un lleno apabullante en Old Trafford, el delantero francés Sylvain Wiltord hizo olvidar la ausencia de su lesionado compatriota Thierry Henry y dio la victoria a los de Highbury al burlar de modo espectacular al meta del United, Fabien Barthez, en el minuto 56 del partido.
El Arsenal, líder y favorito en la contienda, afrontó su prueba de fuego sin acusar en absoluto la ausencia de tres de sus bazas habituales, el mencionado delantero francés, el holandés Dennis Bergkamp y el capitán Tony Admas, lesionados.
Los "Gunners", que se han revelado invencibles en los últimos 26 encuentros de la competición doméstica y han logrado ganar sus últimos 11 partidos de liga, abandonaban más pletóricos que nunca el emblemático "Teatro de los Sueños" con el ansiado "doblete" bajo el brazo, tras haberse hecho también con la Copa de Inglaterra, un mérito que no conseguían desde hacía 31 años.
La ambición de ambos contrincantes se tradujo, en la primera mitad, en una encarnizada lucha que se concentró en el centro del campo, en la que, sin embargo, ninguno de los equipos supo crear demasiadas ocasiones de peligro.
El ritmo del encuentro se aceleró tras el descanso, con el conjunto anfitrión mostrando una actitud mucho más ofensiva y con jugadas a subrayar de la mano del capitán irlandés Roy Keane y del medio argentino Juan Sebastián Verón, a quien Ferguson sustituyó por Van Nistelrooy en el segundo tiempo.
No obstante, la constante presión ejercida por los hombres de Ferguson, que pretendían resarcirse de su eliminación del torneo europeo a manos del Bayer Leverkusen, no fue suficiente para arruinar el objetivo largamente perseguido por Wenger.
Si Barthez despejaba con acierto un amenazante disparo a puerta del centrocampista sueco Fredreric Ljunjberg, el cancerbero galo no podía detener el balón que Wiltord, por la izquierda y desmarcado, conseguía llevar al fondo de las mallas.
La recta final fue un intento desesperado por parte del United, que no quiso resignarse hasta el final, agotando todas sus fuerzas por perder, al menos, de un modo digno a manos del equipo que logró arrebatarle el título de campeón.
