No hay que negar que a esta hora el sueño casi vence y que día a día, los fanáticos del fútbol deben hacer grandes esfuerzos para mantenerse despiertos y así no perderse ningún detalle de los encuentros. Por esto, da mucho gusto cuando presenciamos partidos tan entretenidos como el que han brindado brasileños y costarricenses, que te despiertan de inmediato y te mantienen atento a cada detalle, porque de lo contrario, basta un pestañeo para perderse alguna jugada de peligro.
Esto ha sido gracias a la predisposición de ambos equipos en el campo de juego, que en ningún momento entraron a especular. El encuentro fue de ida o vuelta, pero predominó la mayor jerarquía de los brasileños que a la hora de definir estuvieron impecables. En cambio el equipo tico, si bien llegó en numerosas oportunidades con real peligro, le faltó la calidad para definir.
Brasil, muy por el contrario de lo que se podía esperar, entró desde el primer minuto a demostrar que son los verdaderos candidatos al título y con un buen fútbol, donde brillaron todas sus estrellas, abrieron rápidamente el marcador tras un autogol del defensa costarricense Marín a los 10 minutos.
Tres minutos más tarde, Ronaldo, que tuvo un primer tiempo notable, llenó de amagues el área rival y definió con un derechazo bajo que batió al meta Lonnis. Pero Brasil no paró ahí, y a los 38, Edmilson se mandó un golazo de antología, tras una excelente jugada de conjunto de los brasileños que terminó con un centro de Ronaldo desde la izquierda que Edmilson remató con una espectacular tijera – chilena que venció nuevamente la portería tica.
Ya era goleada, sin embargo Costa Rica no había sido superado con creces. De hecho había tenido oportunidades netas de gol que no habían podido capitalizar, hasta que a los 40' Wanchope descontó tras una triangulación con Ronald Gómez, devolviendo las esperanzas para el cuadro centroamericano, que necesitaba un gol más para clasificar a octavos.
Esto hacía predecir que Costa Rica saldría con mayor fuerza a buscar otro descuento en la segunda etapa y que Brasil, como manda su historia, también seguiría en su afán del buen fútbol y de marcar más goles, lo que prometía un segundo tiempo emocionante de ida y vuelta que de seguro no nos permitiría siquiera pensar en dormir.
Afortunadamente, no nos equivocamos. Si la primera fracción estuvo llena de emoción y de buen fútbol, la segunda fue aún mejor. Costa Rica entró con todo, a sabiendas que sólo le bastaba hacer un gol más para clasificar a segunda ronda. Así se sucedieron las jugadas de peligro, como un remate de Wanchope que la sacan desde la línea o un violento remate de Gómez que encontró bien ubicado al meta Marcos. Brasil, en tanto avisó con una llegada de Ronaldo que fue interceptado por el defensa Martínez justo antes de convertir.
Pero el buen juego de conjunto e individual de Costa Rica se vio recompensado tras una gran jugada iniciada en el lado derecho por Centeno, que centró al corazón del área para que apareciera Ronald Gómez y conviertiera de palomita. Era la clasificación de los Ticos, algo que era muy justo a esa altura del partido por el excelente encuentro que estaban realizando los centroamericanos.
Sin embargo al frente tenían a Brasil. Un equipo que en defensa tiene muchas complicaciones y que sin duda será su gran punto débil que le puede costar el título, pero de mediocampo para adelante tiene jugadores extraordinarios, que en un par de inspiraciones pueden definir los partidos con clase. Y así ocurrió en este encuentro, porque a los 61' Rivaldo conectó un centro de Junior y acabó con la esperanzas de Costa Rica, que nuevamente veía como se le alejaba la clasificación. Para colmo, un minuto más tarde, Junior terminó por sentenciar el match y de paso mandar definitivamente a los ticos a arreglar sus maletas y devolverse a su país en forma anticipada, tras convertir el quinto gol para el scratch.
Se acaba el sueño mundialero del equipo centroamericano, pero no el buen fútbol y mucho menos la vergüenza deportiva. En los últimos minutos del encuentro, las acciones de peligro en el arco del brasileño Marcos se sucedieron, contando un remate de Castro que dio en el rostro del portero, un palo salvador tras un mal despeje de Junior, un remate en el travesaño de Wanschope y un desperdició increíble de Fonseca cuando enfrentaba destapado al portero de Brasil.
Al final, un marcador muy abultado para lo que ocurrió en el campo de juego pero de seguro, los ticos podrán regresar a su país con la tranquilidad que entregaron todo en el campo de juego y que dejaron una gratísima impresión en su paso por Corea.
De Brasil, lo ya dicho. Son de todas maneras los grandes candidatos a obtener el título mundial, pero hay que tener en cuenta que en la primera fase no enfrentaron equipos tan duros y aún así tuvieron grandes dificultades y mostraron falencias –especialmente en defensa- que en otras circunstancias y ante rivales de mayor poderío y pergaminos les puede costar muy caro. Ojalá que el juego del scratch no sea sólo una ilusión, aunque con lo raro que está este Mundial, no sería extraño que el "gran favorito" se convierta en otra "gran decepción".