HOUSTON.- El base Michael Jordan tiene todo listo para comenzar los entrenamientos a principios del próximo mes de julio, después que se haya realizado el sorteo universitario, y su objetivo será intentar volver la próxima temporada con los Wizards de Washington y, de hacerlo, sería para jugar como reserva.
Fuentes cercanas a Jordan y a los Wizards consideran que la decisión final no la tomará la súper estrella hasta finales del próximo mes de septiembre o principios de octubre, aunque aseguran que si comienza los entrenamientos en serio es porque quiere jugar un año más en la NBA.
Lo que también tiene ya decidido Jordan, si vuelve, es jugar en la posición de número tres, pero como reserva de Richard Hamilton, que sería el titular.
Jordan, que el próximo mes de febrero cumple 40 años, es consciente que su condición física ya no le da para jugar todos los partidos más de 30 minutos como titular y enfrentarse a profesionales muchos más jóvenes que tienen un gran poder físico.
La condición de reserva, sería la primera vez que lo hiciese después de haber jugador 14 años como titular indiscutible, 13 con los Bulls de Chicago y la última temporada con los Wizards, también le permitirá a Jordan darle mayor estabilidad al equipo porque podrá distribuir mucho mejor los minutos que esté en el campo y serle más útil al entrenador Doug Collins.
Sin embargo, también existe la posibilidad que Jordan no quiera cambiar de posición como base o que al final opte por la retirada del baloncesto profesional, que sería la tercera vez que lo hiciese desde que llegó a la NBA.
Los Wizards quieren tener todas las posibilidades cubiertas y los directivos tienen todo listo para encontrar en el sorteo del próximo miércoles a un jugador que ocupe la posición de número tres, porque dentro de la plantilla sólo tienen a Bobby Simmons para ese puesto junto con Hamilton, ambos con contrato.
El equipo de Washington tendrá los derechos de selección del número 11 y todo parece indicar que el preferido hasta ahora es el base Dajuan Wagner, de Memphis, pero podrían trabajar también varios traspasos o irse directamente al mercado de los agentes libres.
Jordan no ha hablado con los periodistas desde el pasado mes de abril cuando antes de finalizar la temporada, que lo hizo en la lista de lesionados, dijo que estaba dispuesto a cumplir con los dos años de contrato que firmó con los Wizards.
Pero también admitió que si su cuerpo le indicaba que no podría aguantar los 82 partidos de la competición regular o se lesionaba durante el proceso de preparación del verano, no tendría ningún problema en no volver a jugar.
La pasada temporada Jordan se perdió 22 partidos después de tener que pasar por el quirófano para hacerle una artroscopia en la rodilla derecha y el entrenador Collins comentó a los periodistas que no pensaba que el ganador de seis títulos de liga con los Bulls y seis premios MVP en las finales de la NBA volviese a la competición.
Los que conocen la trayectoria personal y profesional de Jordan consideran que ninguna opinión y mucho menos la de Collins tiene importancia y validez para el jugador y directivo de los Wizards, que al final siempre toma la decisión que más le conviene solamente en base a sus intereses.
A pesar de la incógnita que será una año más el futuro de Jordan, esta vez ya no genera el interés del año pasado cuando era la gran preocupación y obsesión dentro del mundo de la NBA porque lo consideraban de nuevo su salvación.
La realidad mostró que Jordan ya no es más el jugador que dominó por completo la competición de la NBA y estableció con los Bulls la tercera dinastía del baloncesto profesional, aunque fue por encima de todos la gran atracción de una liga que sin su presencia hubiera sido todavía mucho más aburrida y menos interesante.
Jordan, que sigue viviendo con su familia en las afueras de Chicago, no tiene confirmado que vaya a viajar a Washington para valorar con los directivos las opciones que tienen en el sorteo universitario, pero si puede aportar sus puntos de vista, aunque no podrá tomar ninguna decisión.
Después de las que tomó en los 19 meses que estuvo al frente del equipo como presidente de operaciones nadie piensa que fuesen tan decisivas como para cambiar la marcha del equipo, que volvió a tener una marca perdedora y no puedo estar en la fase final del campeonato de liga, el gran objetivo que se había establecido Jordan cuando decidió volver a jugar con los Wizards.