PARIS.- El seleccionador francés se resiste a presentar su dimisión a pesar del mal papel del equipo en el Mundial 2002, pero la Federación Francesa de Fútbol (FFF) le destituirá mañana con motivo del Consejo Federal que se celebrará en Lyon y que abrirá el proceso de nombramiento de su sustituto.
El presidente de la FFF, Claude Simonet, se reunió ayer con Lemerre, para tratar de convencerle de que su continuidad al frente del equipo es imposible y proponerle un trato que aligere la indemnización económica a la que el técnico tiene derecho.
Lemerre tiene plazo hasta mañana para presentar su dimisión. Si como se sospecha no lo hace, el Consejo Federal tomará la decisión de destituirle y nombrará un grupo de trabajo para elegir al hombre más adecuado para reconducir la selección.
En ese grupo estará, con toda probabilidad, el ex seleccionador Aimé Jacquet y el director técnico nacional, pero Michel Platini ha declinado la invitación para evitar verse influido por sus amistades personales.
La comisión propondrá al presidente de la FFF un candidato que será nombrado a finales de julio. En todo caso, los favoritos son el ex entrenador del Lyon Jacques Santini, el ex seleccionador de Japón Philippe Troussier, el técnico de la selección Sub 21, Raymond Domenech; y el entrenador de Le Havre, Jean-Francois Domergue.
Pero lo más urgente es encontrar la forma de destituir a Lemerre. La situación de Simonet es complicada. El presidente de la FFF fue el principal responsable de que el contrato del seleccionador, que terminaba tras el Mundial 2002, fuera ampliado dos años más justo antes del inicio de la competición.
Un "error de gestión" que ha sido denunciado por algunos miembros de la FFF y que puede volverse contra Simonet.
Las consecuencias del fracaso de Francia en el Mundial, eliminada en la primera fase sin haber logrado un gol, no entraban en los cálculos de Simonet.
El pasado mes de mayo, preguntado sobre los efectos de una eliminación prematura, Simonet dijo no estar inquieto: "En ese caso, Roger sabrá él mismo sacar sus conclusiones".
El presidente de la FFF se vio superado por una situación inesperada y, horas antes del partido contra Uruguay en el que Francia podía haber sido eliminada afirmó: "Sea cual sea el resultado no cortaré cabezas, sobre todo, la de Lemerre".
Por eso el fracaso de Corea y Japón le ha explotado a Simonet en las manos y el presidente tiene que afrontar la "papa caliente" de destituir al hombre al que colmó de confianza.
Porque Lemerre no está dispuesto a dimitir. El seleccionador se niega a ser considerado como el único responsable del fracaso de Francia.
Lemerre se queja de los numerosos compromisos publicitarios a los que tenían que hacer frente los jugadores y mostró su desacuerdo con el amistoso contra Corea -en el que se lesionó Zinedine Zidane- cinco días antes del inicio de la competición y que reportó una importante cantidad a las arcas federativas.
Simonet, que reconoce que la FFF cobró por jugar ese partido, afirmó que el encuentro contaba con el beneplácito del cuerpo técnico y negó que la presencia de Zidane fuera obligatoria por contrato. "Fue una elección del cuerpo técnico y médico", dijo.
Por otro lado, el seleccionador no está dispuesto a renunciar a la indemnización por despido, a la que no tendría derecho en caso de dimisión y que, según los medios franceses, supera los dos millones de euros.
