LOS ANGELES.- El pívot estrella de Los Angeles Lakers, Shaquille O’Neal, ya tiene decidido pasar por el quirófano para que los doctores le limpien los huesos del dedo gordo del pie derecho y recuperarse a tiempo para cuando de comienzo la temporada regular de liga.
La información fue ofrecida al periódico "Los Angeles Daily News" por Perry Rogers, agente del jugador, que durante el verano recibió tres opiniones médicas diferentes en cuanto a la manera de superar los dolores que sufre en el pie derecho por causa de la artritis y que la pasada temporada lo forzó a estar dos veces en la lista de lesionados.
O’Neal se decidió por la operación para limpiarle las partes salientes del hueso de dedo que le permitirá tener mayor movilidad con el pie y reducir el dolor de la artritis, que no desaparecerá y puede correr el riesgo de que le empeore.
La ventaja con este tipo de operación es que O’Neal, de 30 años, podrá caminar después que salga del quirófano y en seis semanas correr al máximo de su potencial.
Si como se espera O’Neal pasa por el quirófano en la primera semana o segunda de septiembre, su recuperación será completa cuando los Lakers se enfrenten a los Spurs de San Antonio el próximo 29 de octubre en el primer partido de liga.
"Lo más importante de todo es que los doctores le han asegurado que con este procedimiento existe un 90 por ciento de que experimente mucho menos dolor que la pasada temporada", comentó Rogers.
El doctor Robert Mohr, jefe de podología de Centro Médico de UCLA, será el responsable de realizar la operación en el pie de O’Neal.
Los directivos de los Lakers le habían pedido a O’Neal que se decidiese lo antes posible sobre la opción que iba a tomar para superar los problemas físicos con su pie derecho para que pudiese comenzar el campo de entrenamientos, que abren a partir del próximo mes de octubre.
Las diferentes opiniones médicas que recibió fueron las que motivaron que O’Neal tardase más tiempo en decidirse, ya que una de ellas le aconsejó que no pasase por el quirófano y se limitase a recibir terapia y medicación.
La segunda fue la que ha elegido y la tercera también establecía que tendría que pasar por el quirófano para cortarle un trozo de hueso y ponerle un clavo, pero el proceso de recuperación le iba a llevar de dos a tres meses.
De acuerdo a Rogers, O’Neal está mentalizado que la operación no le va a curar la artritis, pero su deseo es que no tenga tanto dolor como la pasada temporada y pueda ayudar mucho más al equipo a conseguir el cuarto título consecutivo de liga.
Mientras, O’Neal se recupera de los efectos de un virus que le produjo una fiebre muy alta y le obligó la pasada semana a ser internado por una noche en un hospital de Orlando, sin que pudiese asistir a la clínica de baloncesto y el partido de estrellas que se celebra cada año en su honor en la localidad de Tampa.
O’Neal, que ha vuelto a tener fiebre alta, hoy se sometió a nuevos exámenes de sangre y a una prueba avanzada de resonancia magnética en preparación para someterse a la operación, que no se realizará hasta que quede completamente curado de los efectos del virus y le haya desaparecido por completo la fiebre.