LONDRES.- La lluvia, un elemento tradicional pero que perturba constantemente el torneo de Wimbledon, salvó al británico Tim Henman de ser guillotinado por el francés Sébastien Grosjean en la pista central.
Henman, el ídolo local, perdía por 7-6(8), 3-6, 6-3 y 1-2 en cuartos de final, cuando el juez árbitro del torneo Alan Mills decretó la que sería suspensión definitiva, la quinta en toda la jornada, porque la pista estaba demasiado resbaladiza y los jugadores corrían peligro.
Ninguno de los dos partidos que llegaron a comenzar pudieron acabarse, pues el que enfrentaba al alemán Alexander Popp y el australiano Mark Philippoussis también quedó cancelado para mañana jueves, con el germano ganando los dos primeros sets por 6-4 y 6-4 y "Scud" los dos siguientes por 6-3 y 6-3, y 2-2 en el quinto, con 30-0 y saque para el "aussie". Los otros dos cuartos, Andy Roddick-Jonas Bjorkman y Roger Federer-Sjeng Schalken no llegaron a comenzar.
Si la presentación oficial de David Beckham como nuevo jugador del Real Madrid ha significado un fiesta con traca en la capital española, el partido Henman-Grosjean no le fue a la zaga. Hasta la BBC retrasó el comienzo de una popularísima telenovela, intocable en su franja horaria, para que nadie pudiera perderse el partido más esperado de todo el año.
Para cualquier aficionado británico debe ser duro aguardar con anhelo que su mejor jugador traspase los cuartos y busque un lugar en las rondas finales. Henman es el elegido para acabar con los 67 años de espera (Fred Perry en 1936) y poder levantar el trofeo que consagra al ganador, pero ha perdido en semifinales cuatro veces en cinco años.
Gracias a la lluvia, el jugador de Oxford podrá recapitular e intentar salir mañana jueves más sereno si quiere vencer a Grosjean.
El jugador francés, reciente finalista en Queen’s donde además venció a Henman, demostró hoy que es el más "herbívoro" de todos los de su país. Rápido de piernas, a pesar de que salió con una muslera por precaución, con un endiablado resto y un más que eficaz saque (9 aces), Grosjean controló la situación y marcó un escalofriante 5-1 en el primer set.
Henman respondió entonces a los ánimos que recibía desde la grada, y a las recomendaciones de su entrenador Larry Stefanki, y en una reacción increíble logró el 5-5. En el desempate pudo incluso marcar diferencias pues dispuso de cuatro puntos de set, anulados por el francés, que aprovechó el segundo suyo para sentenciarlo.
El británico no podía fallar a su público y dos rupturas en el siguiente le proporcionaron la segunda manga, ante el delirio de la central y los aficionados que se congregaban en la "Colina de Henman", un lugar especial, casi un santuario, desde donde pueden seguir el partido a través de una pantalla gigante.
Grosjean, no obstante les aguó la fiesta al volver a dar una exhibición con su resto y ganar la tercera manga, rompiendo a Henman dos veces más.
Después de casi dos horas y media, el juez de silla portugués Carlos Ramos, a instancias de Alan Mills, y tras las quejas de Grosjean, decretó la suspensión.
Mientras, el australiano Mark Philippoussis había levantado un partido que parecía tener perdido con el alemán Alexander Popp, un jugador destrozado por una lesión de muñeca, perdido en el olvido tras alcanzar los cuartos aquí en el 2000, cuando quisieron nacionalizarle inglés (su madre es británica), que actúa ahora con ránking protegido en el puesto 92, aunque en realidad es el 198.
Phillippoussis había logrado nivelar el encuentro gracias a sus 26 saques directos, con lo que lleva ya un total de 145, ante un rival que desconocía por completo. "Creo que saca y sube a la red", dijo al enterarse con quien se medía en cuartos.
Su sorpresa ha sido mayúscula al encontrarse con un sólido jugador de fondo, capaz de aguantar los intercambios y hacer frente al poderoso australiano.