MADRID.- Brasil hizo trizas la condición de equipo revelación y las entusiastas aspiraciones de la República Checa en su debut como actor principal de una fase final de la Liga Mundial, y alumbró su autoridad en el vóleibol universal tras alcanzar su tercera final consecutiva en el torneo, que le sitúa a las puertas de su tercer título con permiso de Serbia y Montenegro, el otro candidato a la gloria.
El equipo sudamericano, artífice de las páginas más brillantes de este deporte, sigue alimentando su brillante palmarés. En Madrid no tuvo rival. El conjunto checo ya era feliz antes de pretender meter mano a un equipo con tanto pedigrí. Ha encontrado parte del espacio que busca y de la tradición que antaño tuvo la extinta Checoslovaquia.
Pero el efecto sorpresa que acompaña a la República Checa en el transitar por esta Liga Mundial no tuvo consecuencia alguna en la pista. El devastador juego sudamericano apartó cualquier factor que no tuviera que ver con el de la pelota.
En ese sentido Brasil lo tiene claro. El conjunto de Pavel Rerabek, que pareció un gigante enfrente de España, fue un juguete en manos del bloque de Bernardo Rezende "Bernardinho", el técnico que ha sostenido la supremacía sudamericana en todos los grandes torneos en los que ha estado y que ha implantado una extrema dosis competitiva en un grupo superdotado táctica y técnicamente.
La combatividad de Martin Lebl y sus compañeros, especialmente Michal Rak, Marek Novotny o la del libero Premysl Obdrzalek se estrellaron ante el milimétrico bloqueo brasileño. Chequia comenzó pronto a presentar un aspecto inferior. Y su técnico a sentir impotencia e impulsivos arrebatos estratégicos sin sentido. Miró al banco demasiado pronto y desdibujó sus principios.
En un abrir y cerrar de ojos el bloque checo ya contaba con un set en contra. Sólo había sido capaz de anotar doce puntos (12-25). La máquina brasileña funcionaba a la perfección y sin avería alguna.
El aparente equilibrio que acompañó los compases iniciales de la segunda manga fueron el único síntoma, efímero, de cierta igualdad que ofreció el marcador (11-11). Hasta que Brasil apretó las tuercas. No pretendía un desgaste excesivo ni una duración prolongada.
Por eso Bernardinho no se saltó el guión ni ofreció concesiones a la galería. El rodillo amarillo mantuvo el compás y cerró el duelo sin sobresaltos. Las últimas inquietudes las reserva Serbia y Montenegro, copartícipe de una lucha inédita.
Ficha del Partido
República Checa: Lebl, Marek Novotny, Jakub Novotny, Rak, Dubs, Zapletal -equipo inicial-, Obdzalek (libero), Kubala, Stanek, Polak y Platenik.
Brasil: Giovane, Andre Heller, Andre, Nalbert, Rodrigo, Ricardo -equipo inicial-, Sergio (libero).
Parciales: 12-25 (19 m.), 20-25 (22 m.) y 18-25 (22 m.)
Arbitros: Hobor (HUN) e Ito (JPN).
Incidencias: encuentro de semifinales de la fase final de la Liga Mundial de voleibol disputado en el Palacio Vistalegre de Madrid ante unos 4.500 espectadores. El nuevo consejero delegado de la candidatura olímpica Madrid 2012 Feliciano Mayoral estuvo en el palco de autoridades y Ary Graca, presidente de la Confederación Sudamericana de Vóleibol.
