BUENOS AIRES.- La Asociación del Fútbol Argentino dispuso aplazar hoy la sexta jornada completa del torneo Apertura, de la primera división, programada para el próximo fin de semana, y los encuentros correspondientes a todos los torneos de otras categorías organizados por esa entidad.
La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) informó esta noche que ha decidido aplazar la jornada debido a que, por una orden judicial, tuvo que suspender en primera instancia los encuentros que iban a jugar River Plate-Quilmes y Nueva Chicago-San Lorenzo.
La imposibilidad de que se jugaran esos partidos en Buenos Aires surgió de una orden del magistrado Mariano Bergés para que la policía federal no participe por quince días en las operaciones de seguridad en los estadios de la capital, debido a que se investiga su responsabilidad en recientes incidentes ocurridos en el estadio del club Boca Juniors.
Por esa razón, la AFA decidió aplazar toda la jornada para evitar que se produzcan desfases en la programación de los torneos.
El pasado día 31 de agosto decenas de hinchas del Chacarita Juniors provocaron disturbios y destrozos en el estadio del Boca Juniors y el partido fue suspendido a los 68 minutos cuando el local ganaba por 2-0.
La trifulca provocó heridas a unas 70 personas y múltiples destrozos en el estadio "La Bombonera".
La policía no actuó contra los vándalos y poco después, lejos de arrestarlos, los acompañó con sus móviles a la ciudad de San Martín, donde el Chacarita tiene su estadio, con el fin de evitar, presuntamente, otros desmanes, sin informar de lo ocurrido al juez de turno.
El magistrado Mariano Bergés, a cargo de las investigaciones, determinó que ocho de los aficionados revoltosos con antecedentes en este tipo de disturbios fueran detenidos, pero permanecen prófugos.
Tras esos incidentes, varios futbolistas del equipo local, entre ellos el defensa Rolando Schiavi, criticaron duramente a la policía por su inacción.
Schiavi aseguró que los agentes que no cumplen con su deber en una situación de esas características, en la que hubo 70 heridos, "deberían quedarse en sus casas".
El gobierno argentino decidió no sustituir a los policías federales en las operaciones de seguridad en los estadios con agentes de la Gendarmería (policía de fronteras) o la Prefectura Naval (policía guardacostas) porque estas fuerzas "están abocadas a combatir el delito" en los alrededores de Buenos Aires, indicó el Secretario de Seguridad Interior, Norberto Quantin.
La medida de Bergés provocaba que tampoco se jueguen el encuentro aplazado de la cuarta jornada entre Boca Juniors y Banfield, programado para el día 17, y los de la séptima entre Vélez Sarsfield-Talleres, Boca-Lanús y San Lorenzo-Estudiantes.
Julio Grondona, presidente de la AFA, había anunciado el lunes que los partidos programados fuera de Buenos Aires se iban a disputar ya que los problemas provocados por la violencia en los estadios no se solucionarían con la paralización de las competiciones.
No obstante, tras una reunión que el dirigente mantuvo hoy con representantes del gobierno y de las fuerzas de seguridad, cambió de postura.
En el caso de que se hubieran jugado fuera de Buenos Aires ocho de los diez partidos de la sexta jornada y otros tantos de la séptima, el líder del torneo Apertura, Boca Juniors, tendría que haber participado en la octava jornada con dos partidos pendientes y en la misma situación hubiese estado el San Lorenzo de Almagro.