Chile miró el triunfo de lejos
SANTIAGO.- No era una tarde para estrenos. Como la llegada en masa de la farándula del momento en el estadio Nacional. También la nueva camiseta que vistieron los hombres chilenos (bastante fea, por cierto). Pero por sobre todo, el cambio de esquema táctico trazado por Juvenal Olmos.
El juego comenzó con un Paraguay no bien posicionado en el césped ñuñoíno. Y Chile tenía la verticalidad que Olmos se ha encargado de enarbolar. Pelotazo de Milovan Mirosevic y Mauricio Pinilla marró frente a Justo Villar.
Sucede que esto (la verticalidad) es un paradigma que requiere mucha precisión. Jugadores avezados en sus ubicaciones y ofensividad en bloque. ¿Chile? Nada de eso. El debutante "doble enganche" de Juvenal Olmos tuvo a un David Pizarro que no jugaba hace un mes y Milovan Mirosevic con el pulso cambiado.
Pinilla se lo pierde
Entonces, la labor de nutrir a los delanteros estuvo en los laterales y defensores. Y si bien Rodrigo Pérez tenía el despliegue para acercarse al área paraguaya, fue sobrepasado por Francisco Arce. Por el otro lado, Ángel Ortiz y Denis Caniza daban cuenta de Cristian Álvarez.
¿El resto? Muy poco. Porque el esfuerzo de Carlos Humberto Paredes, Julio César Enciso y Carlos Bonet opacó las corridas de Pizarro, quien nunca se juntó con Mirosevic.
Era para un empate, pero había dos chilenos (sí, dos más) que tampoco andaban. Marcos González y Pablo Contreras. El primero no ganó un sólo cabezazo en el centro de la cancha y el segundo liberó a José Cardozo, quien aprovechó el enésimo centro de Arce para entregarle el balón a Paredes, quien abrió la cuenta con un remate bajo.
Paredes despacha el remate a gol
Sería injusto decir que en el complemento Chile llegó gracias a sus ganas. De hecho, no tuvieron muchas, a no ser de que se le llame de esa forma a la tendencia a los encontrones frente a los guaraníes, siempre ávidos de roce.
La selección trató algo mejor el balón en el segundo tiempo debido a que ingresaron hombres que sabían darle a la bola. Rodrigo Meléndez se tomó el círculo central, sin necesidad de cabecear y Patricio Ormazábal desarticuló la salida de Paraguay por el sector derecho.
Pero no bastó. Porque pese a los innumerables centros que cayeron en el área albirroja (¡querían ganarle por arriba a los paraguayos!) ni Pinilla ni Arturo Norambuena (¿jugó?) acertaron.
Un dato: Juvenal Olmos no citó a los jugadores que pudieron variar el panorama. Quería centros al área, pero en la banca no estaba Mark González, Fernando Martel y Patricio Galaz.
El tiempo se consumió en el ingrato sabor de no haber jugado a nada. Algo que se ha repetido en 255 de los 360 minutos de la presente eliminatoria: los primeros 60 ante Argentina, el primer tiempo frente a Perú, y los partidos completos ante Uruguay y Paraguay.
El público no bastó
Y Chile suma los mismo cuatro puntos que a estas alturas, en las eliminatorias para el mundial nipocoreano. ¿Nuevo camarín? Tan nuevo que aún no sabe jugar al fútbol.
Estadio Nacional, 65 mil espectadores
Chile (0): Nelson Tapia; Miguel Ramírez; Pablo Contreras y Rafael Olarra; Cristian Álvarez (46', P. Ormazábal), Marcos González (46', Rodrigo Meléndez) y Rodrigo Pérez; David Pizarro y Milovan Mirosevic; Reinaldo Navia (63' Arturo Norambuena) y Mauricio Pinilla. DT. Juvenal Olmos.
Paraguay (1): Justo Villar; Francisco Arce, Julio Cáceres, Carlos Gamarra y Denis Caniza; Carlos Bonet (80', Diego Gavilán), Ángel Ortiz, Carlos Paredes (91', Pablo Da Silva) y Julio Enciso; José Cardozo (89', Guido Alvarenga) y Roque Santa Cruz. DT. Aníbal Ruiz.
Gol: 31', Paredes (P).
T. Amarillas: Olarra y Mirosevic (Ch); Caniza y Cardozo (P).
Árbitro: Gustavo Méndez.
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minuto a minuto por Emol.