LIMA.- Faltan aún seis meses para el comienzo de la Copa América en Perú, pero Brasil, campeón mundial en mayores, Sub 20 y Sub 17, ya salta de antemano como principal candidato para alzar el trofeo de la máxima competencia futbolística del continente.
Eso, a pesar de que los brasileños aún no han dicho qué nómina enviarán a un torneo que corre el riesgo de que algunas selecciones lo vean como una segunda opción, al coincidir con la disputa de la eliminatoria mundialista.
El técnico de la Sub 23 verdemarilla, Ricardo Gomes, ha expresado el deseo de que sea su plantel el que enfrente la Copa, lo que alarmó al comité organizador peruano, que sueña con que las doce selecciones jueguen con sus máximas posibilidades el certamen que se disputará del 3 al 26 de julio.
La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) se apresuró a aclarar que todos los equipos deben intervenir con lo mejor de sus vitrinas, pero no está claros los mecanismos de que pudiera disponer para forzar a ello.
Los peruanos, que afrontan el gran reto organizativo, desean ver en sus canchas a los Ronaldo, Roberto Carlos, Hernán Crespo, Juan Verón, Alvaro Recoba, Roque Santa Cruz, Rivaldo, Iván Ramiro Córdoba, David Pizarro o Ronaldinho Gaúcho, y no piensan conformarse con menos.
Lo que es claro es que, aún con limitaciones, el acaparador Brasil está en primera línea para obtener el título, y como gran adversario se prevé, también como siempre, a Argentina.
Pero los peruanos, envalentonados con el título de Cienciano en la Copa Sudamericana, la evidente mejora de su selección bajo el timón de Paulo Autuori y la presencia de estrellas internacionales como Claudio Pizarro y Nolberto Solano, también sueñan con alzar la Copa.
Colombia, campeón defensor que trata de sacudirse del desastre de la ya terminada era de Francisco Maturana, el combativo México, cada vez más irrespetuoso con los sudamericanos, y los siempre luchadores Uruguay y Paraguay, son los otros equipos que generan expectativa, a lo que hay que añadir a Bolivia, Chile y Ecuador, que podrían aportar numerosos hinchas por la vecindad geográfica.
Tres ciudades, Lima, Arequipa y Chiclayo, están ya listas para recibir el torneo, pero otras cuatro, Piura, Trujillo, Cusco y Tacna, mantienen esperanzas de ser subsedes.
En marzo deben despejarse las dudas, cuando la Conmebol determine si alguna o algunas de esas cuatro ciudades reúnen los requisitos, pues hasta este momento tienen todavía mucho por hacer.
El comité organizador, presidido por el prestigioso empresario Arturo Woodman, aspira a un torneo lo más descentralizado posible, pero buena parte del periodismo especializado considera que para que las cosas salgan bien debería concentrarse la actividad en no más de cuatro localidades.
Un clamor popular es que Cusco sea admitida. La legendaria capital del Imperio Inca es prácticamente el símbolo del Perú en el exterior y, según los defensores de la idea, no podría quedar fuera. Además, el título de Cienciano ha desatado todo un fenómeno sociológico.
Contra Cusco conspiran sin embargo sus 3.300 metros de altura, ya que se estima que puede haber objeciones de algunos equipos. De las demás sedes confirmadas o potenciales la única otra que está en los Andes es Arequipa, pero a 2.300 metros, es decir, debajo de los 3.000 que según estudios científicos causan efectos físicos determinantes.
En el torneo participarán las diez países miembros de la Conmebol, más Costa Rica y México como invitados. La Copa, además, servirá como experiencia organizativa para el Mundial Sub 17 de 2005, que se jugará en el Perú.