CONCEPCIÓN.- Una de las tantas particularidades del Sudamericano Preolímpico que arranca esta tarde está en la disposición de los grupos para el certamen. Chile, por su disminuido peso en el concierto futbolístico del continente, no pudo optar a la calidad de sembrado, disposición que alcanzó solamente para los dos equipos que ostentan más clasificaciones a los juegos olímpicos: Brasil (7) y Argentina (5).
Pero no es el único problema. Porque además le tocará el camino de espinas, considerando a los rivales que se encontrará rumbo a la fase final que se librará en Concepción.
Los memoriones recordarán que la ausencia de jugadores europeos no representa gran merma para Brasil. El DT Ricardo Gomes sostuvo su convocatoria en los jóvenes valores de Cruzeiro y Santos, el primero campeón nacional y el segundo finalista "brasileiro" y de la Copa Libertadores. El meta Gomes, el zaguero Alex, los volantes Elano y Diego y el espectacular Robinho ahorran mayores comentarios.
Además, fue esta versión del Scratch la que arribó a la final de la Copa de Oro de Centro y Norteamérica, en abril pasado, donde cayó estrechamente ante México en la capital azteca. De ese equipo, sólo falta Kaká. Como reemplazantes están cinco de los flamantes campeones del Mundial Sub 20 de Emiratos Árabes.
Paraguay y Uruguay caminan por sendas similares. Cuando ambos entrenadores (respectivamente, Carlos Jara y Juan Ramón Carrasco) se sobaban las manos con la presencia de algunos notables como Mario Regueiro o Roque Santa Cruz, el libre albedrío de la FIFA a los clubes para la cesión de jugadores mermó la preparación. Con cambios sobre la marcha, el más favorecido fue el cuadro oriental, toda vez que sobre la hora permitió el ingreso de Rubén Olivera (Juventus).
Además, la escuadra celeste practica el mismo fútbol que el combinado mayor y, en casos como el de Pablo Munhoz, mantiene similares protagonistas. No así Paraguay, que sigue usufructuando de la generación olímpica de Barcelona 1992 en la adulta. Y los menores, no saben de vestir la albirroja.
Finalmente, Venezuela, un equipo que hace rato dejó de ser la cenicienta del continente. De la mano de dos referentes del esplendor vinotinto actual, el DT Richard Páez y el volante Miguel Mea Vitali, desarrolló una preparación casi ininterrumpida, pero que careció de partidos ante selecciones oficiales.
En resumen, Chile no se podrá confiar en ninguno de sus compromisos y además deberá cambiar su modelo futbolístico ante lo que presentarán sus rivales, pues Juvenal Olmos aseguró que su objetivo es defender con un jugador más que los atacantes nominales del contrario. Así, ante Paraguay y Venezuela bastará con una línea de tres zagueros, pero los tres delanteros que presentarán Brasil y Uruguay, lo obligarán a posicionar cuatro defensores.
Difícil para Chile, tanto que no pocos miran con envidia al norte chico. Esto, porque los equipos con menor preparación están en la IV Región. Es el caso de Argentina, que apenas se reunió días antes de Navidad; Colombia, que completó el plantel apenas sobre la finalización del hexagonal que definió al campeón de ese país; Perú, donde una paralización del sindicato de futbolistas local llevó a la inactividad de la mayoría de sus nominados; Ecuador, con clubes haciéndole el vacío al trabajo de las divisiones menores; y Bolivia, entrampado en riñas internas para definir el DT entre Nelson Acosta y la federación altiplánica.