Durante seis horas la policía estará preocupada de la delegación chilena.
SANTIAGO/LA PAZ.- Hay dos cifras que marcan el juego entre Bolivia y Chile por las eliminatorias mundialistas y la seguridad que rodeará el duelo en el estadio Hernando Siles. La Federación de Fútbol de Bolivia puso 36 mil entradas a la venta y dispuso, según cifras extraoficiales, cerca de 1.800 efectivos para el resguardo de la delegación chilena y del público que se dé cita en el coliseo de La Paz.
Por estos días casi todo está tranquilo en la capital boliviana. Sólo los carteles que llaman a una "Gran Maratón" en defensa del patrimonio (30 de marzo al 1 de abril) ponen en duda que el duelo entre verdes y rojos pasará de ser un partido de fútbol más.
De cualquier modo, el trabajo policial está decidido. "Los controles serán muy rigurosos, no queremos sorpresas", aseguró el coronel Rolando Viscarra, jefe del operativo. Las autoridades de la federación local acordaron, junto a los encargados del orden, la instalación de cámaras de video en las tribunas del estadio para identificar a eventuales exaltados.
Habrá, también, policías vestidos de civil entre los asistentes. Eso, para resguardar el cuidado de los 110 hinchas chilenos -cifra estimada- que anunciaron su llegada al Hernando Siles.
Otros informes hablan de que habrá francotiradores y que el 30 por ciento del contingente policial será para resguardar a la caravana de transportará al equipo de Juvenal Olmos. En todo caso, no será por mucho tiempo. La delegación roja planea estar seis horas en suelo boliviano porque su llegada se estima dos horas antes del duelo, fijado para las 16:00, y su partida 120 minutos después que concluya el partido para dar tiempo al control antidóping y a las conferencias de prensa.
Preocupación a nivel de la Confederación
La preocupación está instalada hace rato en la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), que designó al uruguayo Héctor Olmos como comisario del match entre las oncenas de Acosta y Olmos.
Ex vicepresidente de Nacional de Montevideo, actual secretario de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) y miembro de la Conmebol, el uruguayo está en La Paz desde ayer domingo con el antecedente de haber cumplido las mismas funciones en el partido Bolivia-Chile del proceso clasificatorio a Japón-Corea.
Olmos recorrió hoy las instalaciones del estadio Hernando Siles y se contactó con los dirigentes bolivianos y enviados chilenos para escuchar alguna petición especial.
"Las circunstancias políticas aparecen un poco más difíciles que en el anterior partido. Esa vez no ocurrió nada y ahora pienso que será igual. Personalmente, me voy a asegurar de acompañar a la selección chilena en todos sus desplazamientos. La estaré esperando en el aeropuerto y viajaré con ella. Me preocuparé también de la afición visitante y contactaré a las autoridades chilenas para cualquier otro servicio que se requiera. Si no hubiesen garantías, no quedaría más que suspenderlo", señala el comisario.
El uruguayo sostiene que la FIFA -cuando prevé un caso especialísimo- envía una segunda persona que sólo se ocupe de la seguridad. Bolivia-Chile, a su juicio, no ingresa en dicha calificación.