Aimar no se salvó del regular cometido argentino.
SANTIAGO/BUENOS AIRES.- Un solitariio gol de Hernán Crespo le permitió a Argentina vencer 1-0 a Ecuador e instalarse provisoriamente en la cima de la clasificación de las eliminatorias sudamericanas para el Mundial de fútbol Alemania 2006.
Crespo anotó el único tanto en el minuto 16 de la segunda fracción, cuando el técnico Marcelo Bielsa ya era abucheado por la hinchada trasandina que se dio cita en el esdtadio Monumental de Buenos Aires.
En un encuentro muy disputado, pero de escaso brillo, la selección albiceleste sacó provecho de una genialidad de Crespo, quien marcó su gol número 23 con el uniforme argentino, pero terminó el partido en medio de un clima de disconformidad y gritos en contra del entrenador Marcelo Bielsa.
Con esta victoria, Argentina alcanzó los 11 puntos en la clasificación, dos más que Paraguay, que este miércoles recibirá a Brasil en Asunción, mientras Ecuador se quedó con cuatro unidades.
Bielsa dispuso un esquema ultraofensivo con sólo dos jugadores de neto corte defensivo -Roberto Ayala y Gabriel Heinze-, a los que se sumaban para dibujar una línea de cuatro Clemente Rodríguez y Juan Pablo Sorín a la hora de retroceder.
Con Luis González como pívot en el centro del campo, Argentina intentó jugar a ras de piso en los primeros minutos, con una activa participación de los organizadores Andrés D’Alessandro y Pablo Aimar, aunque esa apuesta fue desdibujándose de a poco.
Ecuador agrupó muchas piernas en su campo, cerró los caminos que conducían a José Cevallos e intentó ganar las espaldas de los centrocampistas albicelestes para inquietar al portero Pablo Cavallero, lo que consiguió en varias ocasiones.
La falta de creatividad en espacios reducidos hizo que Argentina abusara de los centros, especialmente desde el sector derecho por medio de Rodríguez y de César Delgado, que fue la vía por la que el equipo de Bielsa generó las ocasiones más preocupantes para su rival (sendos cabezazos de Ayala y Heinze en los minutos 8 y 16).
Los pupilos de Hernán Gómez contestaron con un remate lejano de Clever Chalá a los 20 minutos y con otro de Marlon Ayoví que a los 30 conmovió la portería argentina al rebotar en el palo derecho.
Una gran jugada de Ulises de la Cruz, en el minuto 39, estuvo a punto de dar la ventaja al conjunto ecuatoriano, pero el remate del lateral del Aston Villa inglés rebotó en Ayala y se fue cerca de la portería defendida por Cavallero.
En el segundo tiempo, Bielsa buscó las respuestas en el banco de los suplentes con los ingresos de los reclamados Carlos Tevez y Juan Román Riquelme, y, cuando los hinchas comenzaban a impacientarse con el entrenador y con algunos jugadores, como Crespo, el propio delantero del Chelsea inglés les tapó la boca con un golazo.
Tras recibir un pase profundo de Riquelme, Crespo enganchó ante la marca de Iván Hurtado y desde afuera del área sacó un tremendo remate cruzado que se incrustó cerca del palo izquierdo del portero ecuatoriano, en el minuto 60.
La ventaja serenó a Argentina y descolocó por un momento a Ecuador, que igualmente a punto estuvo de igualar por medio de Ayoví a los 74 minutos.
Sin embargo, los ecuatorianos no tuvieron la contundencia necesaria para equilibrar el marcador y esa situación le bastó a Argentina para llevarse los tres puntos, ante la reprobación de un estadio que coronó el partido con silbidos.
ARGENTINA: Pablo Cavallero; Roberto Ayala, Gabriel Heinze; Clemente Rodríguez, Luis González, Juan Pablo Sorín; Pablo Aimar (m.54, Juan Román Riquelme), Andrés D’Alessandro; César Delgado (m.65, Nicolás Burdisso), Hernán Crespo y Mariano González (m.46, Carlos Tevez). DT: Marcelo Bielsa.
ECUADOR: José Cevallos; Ulises de la Cruz, Iván Hurtado, Giovanni Espinoza, Neider Reasco; Edwin Tenorio (m.67, Iván Kaviedes), Clever Chalá (m.63, Agustín Delgado), Alfonso Obregón, Marlon Ayoví, Edison Méndez; Carlos Tenorio (m.73, Franklin Salas). DT: Hernán Gómez.
Goles: 1-0, m.60: Crespo.
Arbitro: Martín Vázquez (URU), asistido por sus compatriotas Pablo Fandiño y Marcelo Costa. Amonestó a Ayala, Reasco, Obregón y González.