LOS ANGELES.- Los Minnesota Timberwolves lograron una victoria agónica por 84-82 ante los Denver Nuggets para situarse con ventaja 3-1 en una eliminatoria en la que el equipo con mejor marca del Oeste de la temporada regular está sufriendo mucho más de lo previsto.
’’No estamos jugando bien. Es más, estamos haciendo una basura de baloncesto’’. Así de contundente fue el ala-pívot Kevin Garnett, autor de 27 puntos y 14 rebotes para los Wolves, al término del encuentro disputado en la noche del martes.
El equipo de Minnesota se quedó a una sola victoria de lograr el pase para las semifinales del ’’play off’’ por primera vez en su historia. Pero el optimismo con el que afrontaba las series finales se está viniendo abajo por el mal juego exhibido, que crea muchas dudas respecto a sus posibilidades en futuras rondas.
Los Nuggets se están dejando todo en la cancha. Y pudieron obtener un mejor resultado en el cuarto partido de la serie si su estrella, Carmelo Anthony, no hubiera jugado su peor partido de la temporada, con sólo dos puntos después de anotar una canasta en 16 intentos.
Aún así, tuvieron posibilidades hasta el final, pues el alero Voshon Lenard anotó dos triples que situaron a los Nuggets a sólo un punto de los Wolves con 1:23 para el final. Un triple de Latrell Sprewell aumentó la diferencia de los locales a 84-80 y después el pívot brasileño Nené Hilario redujo la ventaja a dos puntos con 18 segundos por jugar.
Los Nuggets hicieron una falta rápida sobre Sprewell, quien erró los dos tiros libres y dio así al rival la posibilidad de jugarse una posesión ganadora. Pero el base Andre Miller desperdició un triple y el triunfo se quedó en Minnesota.
"Somos un equipo veterano y muy fuertes en nuestra cancha. Los Nuggets aún no nos han ganado en Minnesota esta temporada y no vamos a permitir que lo hagan ahora", manifestó Sprewell.
Lenard fue el máximo anotador de los Nuggets, que ahora disponen de un partido en Denver para intentar reducir las distancias. "Tuvimos el partido en nuestra mano. Ahora, intentaremos resucitar en nuestra cancha", concluyó el técnico Jeff Bzdelik.
La eliminatoria más igualada de todas está en el Este, donde los New Orleans Hornets lograron vencer a los Miami Heats por 96-85 para dejar la serie en 2-2.
El base Baron Davis fue el jugador determinante del partido al lograr 23 puntos y 10 rebotes. Jugó con muchas molestias físicas en diversas zonas de su cuerpo, pero dio una lección de baloncesto y de capacidad de liderazgo en los 43 minutos que estuvo en cancha.
"Davis es un muchacho muy fuerte y con mucho orgullo. Es un ganador y cuando se muestra agresivo y maneja bien el partido, el equipo se beneficia mucho de sus cualidades y hace un baloncesto mejor", indicó Tim Floyd, técnico de los Hornets.
"Voy a estar tumbado los próximos dos días. Durante el partido, con toda la adrenalina, no noté las molestias. Pero en el momento que la victoria se decidió, todos los dolores volvieron", indicó Davis, cuyas palabras dejaron muy preocupada a su afición de Nueva Orleans.
