El alemán no deja de alzar los brazos.
BARCELONA.- Las estadísticas de la Fórmula 1 apenas interesan a Michael Schumacher, pero con o sin interés, el hexacampeón del mundo rompió casi todos los récords en la categoría reina del automovilismo y está a las puertas de quebrar nuevas marcas.
En el Gran Premio de España del domingo, el piloto de 35 años de edad de la escudería Ferrari se convertirá en el sexto corredor que alcanza la barrera de las 200 carreras disputadas.
Además, en Barcelona puede incluso igualar el récord del británico Nigel Mansell con cinco victorias en las cinco primeras carreras de la temporada.
En el transcurso de este año puede también lograr la inalcanzable marca de pole-positions del legendario Ayrton Senna: el brasileño empezó, hasta su muerte en Imola, 65 veces desde la primera plaza. Schumacher, hasta ahora, concluyó 58 veces la ronda de clasificación como el más rápido.
En otras importantes categorías como número de títulos (seis), victorias en grandes premios (74), total de puntos (1.078) o vueltas rápidas (59), el alemán es el primero de forma destacada.
El propio Schumacher se mostró sorprendido de que en el circuito de Cataluña, donde ya ha ganado cinco veces, celebre su carrera número 200. Sin embargo, no le importa mucho obtener esa cifra. "El número 200 no significa nada especial para mí", dijo el campeón en su página web. "Parece como si hubiera corrido más carreras, porque llevo ya mucho tiempo en esto. Valoraría un número más alto", afirmó.
Le resulta difícil nombrar el mejor de sus seis títulos. La elección, sin embargo, del Gran Premio más espectacular es mucho más fácil: en Japón el 8 de octubre de 2000, con la lucha frente a Mika Hakkinen por el título mundial.
"La batalla con Mika fue excelente, tanto nuestro rendimiento como el de nuestros equipos fueron fantásticos, y la salida fue asombrosa. El primer título con Ferrari fue indescriptiblemente bonito, precisamente porque tuvimos que esperar mucho para lograrlo", explicó el alemán.
Sobre el fin de su carrera aún habrá que esperar un tiempo. La motivación de Schumacher, que después de sus cuatro victorias lidera el campeonato con un máximo de 40 puntos, es inquebrantable. "Si uno se divierte mucho en una cosa, si puede trabajar en ello con amigos y si se logra un éxito conjunto, ¿qué mayor motivación se puede pedir?", se pregunta. De cabeza asegura sentirse como si tuviera diez años menos.
La fila de sucesores a su reinado es larga, pero deben aún tener paciencia. El año pasado fue Kimi Raikkonen quien peleó por el trono de Schumacher. Este año la crisis de McLaren-Mercedes impide un nuevo intento del finés. El colombiano Juan Pablo Montoya, de Williams-BMW, demostró ya su enemistad con el alemán, pero hasta el momento no tuvo éxito en los duelos con el campeón del mundo.
Según Schumacher, al español Fernando Alonso (Renault), el más joven de la historia en lograr una victoria en un Gran Premio, aún le falta regularidad. Como potencial sucesor de Schumacher ha surgido, tras sus tres podios este año, el británico Jenson Button. Pero el inglés no se hace muchas esperanzas: "Eso todavía está lejos. Schumacher correrá un tiempo más".