BUENOS AIRES.- Tres equipos con historia, River Plate, Boca Juniors y Sao Paulo, y un benjamín, Once Caldas, protagonizarán dentro de dos semanas el penúltimo capítulo de la Copa Libertadores, el torneo continental de fútbol más importante a nivel de clubes.
River Plate y Boca Juniors de Argentina suman siete títulos en total y esta vez les tocará cruzarse en la instancia decisiva de semifinales, por lo cual uno de los dos será nuevamente finalista este año.
Sao Paulo de Brasil no es menos favorito y cuenta en su historia el recordado comienzo de los años 90, cuando obtuvo consecutivamente los títulos de 1992 y 1993 de la mano de Telé Santana y con figuras estelares como Zetti, Cafú, Antonio Carlos, Toninho Cerezo y Raí.
Este cuadro principal se completa con un benjamín como el Once Caldas, de Colombia que, por primera vez en su historia, se coló entre los cuatro mejores y está decidido a dar batalla para romper la hegemonía histórica de los equipos de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, que acaparan casi todas las coronas, desde 1960, cuando empezó a disputarse la Copa Libertadores.
Terminados el jueves los cuartos de final con la victoria de Once Caldas sobre Santos de Brasil, habrá una pausa de una semana con motivo de la disputa de dos fechas de las eliminatorias mundialistas sudamericanas para Alemania 2006.
Para el miércoles 9 de junio están fijados los partidos de ida entre Boca Juniors y River Plate, en Buenos Aires y la visita de Once Caldas a Sao Paulo, mientras que el 16 serán los encuentros de vuelta, aunque las fechas pueden modificarse, dentro de esas mismas semanas, por conveniencia de los clubes o de la televisión.
En Boca-River no hay favoritos. Es el "superclásico" del fútbol argentino, aunque esta vez llegan mejor los "millonarios", que son líderes del torneo local con dos puntos de ventaja sobre su eterno rival y ganaron los tres choques que protagonizaron en lo que va del año.
Bajo el timonel de Leonardo Astrada, que da sus primeros pasos como entrenador, tras colgar los botines el año pasado, River ha ido consiguiendo solidez y estabilidad, con la experiencia y técnica de Marcelo Gallardo, el sacrificio de Javier Mascherano, la solidez defensiva de Horacio Amelli y Eduardo Tuzzio y la contundencia goleadora de Fernando Cavenaghi.
Boca Juniors ha ido perdiendo aquella aureola de equipo imbatible y en las últimas semanas transita por una etapa que preocupa a sus seguidores, ya que el equipo no encuentra su mejor funcionamiento y parece haber perdido también la capacidad ofensiva.
En la otra llave Sao Paulo dio una lección de fútbol en cuartos de final y se erigió en firme candidato al título, pero el Deportivo Táchira, de Venezuela, tampoco era de los rivales más poderosos del continente, aunque fue el único que llegó invicto a cuartos de final.
La gran esperanza de los brasileños está depositada en Luis Fabiano, que "estalló" como el gran artillero de su país, al extremo de llamar la atención del entrenador de la selección nacional, Carlos Alberto Parreira. Pero también aportan lo suyo y son pilares del equipo paulista el arquero Rogerio Ceni, Fabio Simplicio y Grafite.
El rival colombiano parece el más débil, pero no menos peligroso y capaz de dar alguna sorpresa, como la del jueves, cuando eliminó al mítico Santos de Brasil. Cuenta con futbolistas talentosos, como Arnulfo Valentierra, Samuel Vanegas y el juvenil Dayro Moreno.
Boca irá por la sexta coronación, ya que ganó la Copa Libertadores en 1977, 1978, 2000, 2001 y 2003, y River Plate por la tercera, tras ganar las ediciones de 1986 y 1996, igual que Sao Paulo, después de ser campeón en 1992 y 1993.
Para los colombianos será la oportunidad histórica de alcanzar la cima del fútbol sudamericano a nivel de clubes y pasar a la historia junto al Atlético Nacional de Medellín, único equipo de ese país que obtuvo el título, en 1989.
