ROMA.- El centrocampista argentino Juan Sebastián Verón es desde anoche nuevo jugador del Inter de Milán para la próxima campaña, tras el acuerdo de cesión gratuita por parte del Chelsea, con lo que iniciará una cuarta etapa italiana que debe servirle para recuperar el prestigio perdido en su aventura inglesa.
Verón, conocido futbolísticamente como la "Brujita", uno de los jugadores con mayor gusto del balón de la última década, es todo un "hijo de arte", pues su padre (Juan Ramón) ha sido uno de los más importantes extremos de la historia del Estudiantes de la Plata.
Precisamente el apodo de "Brujita" le viene por su padre, quien era denominado la "Bruja" y que entró en la historia del fútbol argentino, entre otras cosas, con el gol anotado al Manchester United de Bobby Charlton y George Best, en "Old Trafford", el 16 de octubre de 1967, en la vuelta de la Copa Intercontinental.
En la ida, el Estudiantes había ganado en su casa por 1-0, y el tanto de Juan Ramón Verón (m.5) en Manchester (1-1) sirvió para prácticamente asegurar el título a su equipo.
Juan Sebastián Verón, nacido el 9 de marzo de 1975, en La Plata, pues llevó desde muy pequeño el fútbol por sus venas, iniciando a jugar en las divisiones inferiores del Estudiantes y ascendiendo a la primera plantilla.
En marzo de 1996 pasó al Boca Juniors de un Diego Armando Maradona ya en la cuesta abajo de su carrera. Ambos juegan juntos 17 encuentros ligueros (4 goles), suficientes para que Verón puliese su toque y se empezara a hacer notar en el panorama futbolístico internacional.
Verón inició su aventura europea en el verano de 1996, cuando fue fichado por el club italiano Sampdoria, donde militó en dos campañas (61 partidos ligueros y 6 goles).
Su buen hacer en el conjunto ligur le llevó al Parma, que pagó (al actual cambio) unos 18,5 millones de euros, donde ganó La Copa de la UEFA y la Copa de Italia en la única la campaña (1998-99) en que militó con dicho equipo.
Al verano siguiente, a "golpe de talonario", pasó a un Lazio que en esa época empezó a construir todo un "equipazo" y que abonó por Verón unos 55.000 millones de liras (unos 28,5 millones de actuales euros).
En el Lazio, y al igual que en el Parma, Verón fue el faro que marcaba el ritmo del equipo, exhibiendo sus grandes dotes de calidad. En las dos campañas como lacial, conquistó una liga italiana, una Copa de Italia, una Supercopa Italiana y una Supercopa Europea.
Estaba en pleno ascenso, era uno de los líderes de la selección de Argentina, pero también empezaba a vivir en Italia los avatares legales causados por su presunta adquisición ilegal de la ciudadanía italiana, cuestión que le llevó a juicio.
Pero su estrella futbolística seguía brillando y el Manchester United pensó en él para dar a su juego la brillantez y magia que le faltaba. Así, el club inglés le fichó al Lazio a cambio de 44,3 millones de euros.
Dejaba el fútbol italiano tras disputar un total de 140 encuentros ligueros, anotando 18 tantos. Asimismo, había estado presente en 17 encuentros de Copa de Italia (3 goles) y en 57 partidos europeos (7 goles).
Pero su buena estrella cambió en Inglaterra. Pese a ganar un título liguero inglés, las lesiones le impidieron una buena adaptación a un fútbol bien distinto, más físico y empezó a sufrir y a no jugar.
En el verano 2003, el magnate ruso Roman Abramovich se encaprichó de él y le llevó al Chelsea pagando 21,2 millones de euros por su traspaso.
La etapa del Chelsea tampoco fue afortunada, pues las lesiones le siguieron machacando y tan sólo ha disputado 7 encuentros con el conjunto londinense.
Verón, en tanto, seguía añorando el fútbol italiano y hace apenas mes y medio, al oír las sirenas interistas, empezó a buscar y pedir su vuelta a Italia.
Tras varias conversaciones entre los clubes, con el Chelsea deseando el traspaso para recuperar dinero y el Inter buscando la cesión en su nueva política de rescisión económica, al final anoche se llegó al acuerdo de una cesión gratuita por un año.
Un periodo donde la "Brujita" Verón, con 29 años, intentará recuperar el prestigio futbolístico perdido y si ello llega, por qué no, el Chelsea recuperar parte de su inversión económica.