BUENOS AIRES.- Los tres jugadores expulsados en el partido de ida entre los argentinos Boca Juniors y River Plate (1-0), disputado el jueves pasado por una de las semifinales de la Copa Libertadores de América, fueron suspendidos por dos jornadas, según informaron hoy en Buenos Aires fuentes deportivas.
Las sanciones, dispuestas por la Confederación Sudamericana de Fútbol y que serán notificadas esta noche a los clubes involucrados, alcanzan al centrocampista Raúl Cascini, de Boca Juniors, y al defensa Ariel Garcé y al volante Marcelo Gallardo, ambos de River Plate.
Cascini y Gallardo fueron expulsados con roja directa por el colegiado Claudio Martín por agredirse mutuamente, episodio que derivó en una suerte de batalla campal entre los jugadores de ambos equipos y que mantuvo el partido en el estadio de Boca Juniors paralizado por casi unos 10 minutos.
Garcé también se tuvo que ir antes a los vestuarios por una fuerte infracción contra el colombiano Fabián Vargas.
La suspensión por dos partidos supone que ninguno de los tres futbolistas podrá jugar la final de la Copa Libertadores de América, se clasifique River Plate o Boca Juniors, quienes volverán a medirse, en el partido revancha de la semifinal, el próximo jueves en el estadio Monumental, de Buenos Aires.
El ganador del choque River Plate-Boca Juniors dirimirá la final del certamen continental con el colombiano Once Caldas o el brasileño Sao Paulo, que en el partido de ida igualaron sin goles en el estadio paulista Morumbí.
Durante los incidentes del jueves pasado entre los dos equipos más populares de Argentina y acérrimos rivales, según se pudo apreciar en las posteriores repeticiones por televisión, Gallardo le arañó el rostro hasta hacerlo sangrar al meta boquense Roberto Abondanzzieri, quien devolvió la agresión con un puñetazo.
El preparador físico de River Plate, Gustavo Macaya, corrió al centro del campo con la supuesta intención de calmar a sus jugadores, pero en su carrera fue recibido por dos tremendos puñetazos al rostro que le propinó el delantero boquense Guillermo Barros Schelotto que le dejaron tendido en el césped prácticamente nocaut.
Sobre esos episodios la Confederación Sudamericana de Fútbol no se pronunció, según las fuentes deportivas citadas por la agencia DyN, aunque impuso multas económicas, por un valor que no trascendió, a todos los jugadores que en ese escandaloso partido recibieron tarjeta amarilla.
Se trata de los riverplatenses Horacio Ameli, Ricardo Rojas, Germán Lux y Eduardo Coudet y de los boquenses Javier Villarreal y Antonio Barhijo.